Balneagrio

Hace casi nueve años, a comienzos de noviembre de 2001, subimos mi santo y yo a pasar un fin de semana en el Balneario de Panticosa. Por entonces, los pobres todavía podíamos acceder a aquel lugar, pues los dos hoteles que había abiertos (el Gran Hotel ya estaba en obras) eran asequibles para el común de los mortales.

Había caído una nevada enorme y el paisaje era blanco, bellísimo.

Por entonces, también, se hallaban en pie y en buen uso (he visto decir por ahí que estaban medio en ruinas y plagados de ratas: falso) los edificios que componían el conjunto balneario, de finales del siglo XIX y principios del XX, y que armonizaban perfectamente con el entorno. De hecho, nos alojamos en el Hotel Mediodía y estuvimos divinamente. El comedor estaba en el Casino y era como una historia de cuento. Una gozada.

Hacía pocos años que ese lugar se había salvado de una salvajada urbanística tramada por la sociedad Aguas de Panticosa, que no sé por quién estaba regida pero que proyectaba, según se puede leer aún en la GEA,

un total de 20 nuevos edificios, de 6 plantas en la pradera y de 4 y 5 plantas en el resto, manteniendo los siete edificios antiguos, incluidos la capilla y el refugio. La densidad máxima admitida […] para este tipo de centros denominados de interés turístico de montaña, es de 25 habitaciones por hectárea, lo que permitiría una capacidad de 800 habitantes, frente a las 3.415 proyectadas.

En el mismo artículo de la GEA vienen las noticias sobre lo que pasó con aquel proyecto: para evitar la burrada, en 1992 el Gobierno de Aragón (a instancias del Colegio de Arquitectos y de la Federación Aragonesa de Montaña) decidió incoar expediente de declaración del Balneario como «Conjunto Histórico Artístico». Una vez incoado, se impedía la prosecución de aquellos planes, pues como se indicaba en la propia resolución, aquello implicaba

la suspensión de las correspondientes licencias municipales de parcelación, edificación o demolición de las zonas afectadas, así como de los efectos de las ya otorgadas.

Buuuuf, por los pelos. Dos años después se publicaba en el BOE la declaración del Balneario de Panticosa como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Histórico Artístico, en el que se incluían «todos los edificios existentes y el espacio comprendido entre ellos», amén de la pradera y su amplio entorno.

¡Bien! La declaración de Bien de Interés Cultural, según manda la ley, implica que el bien en cuestión, en este caso el Balneario, tiene que estar debida e íntegramente protegido, entre otras cosas, del expolio, entendiéndose por tal «toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción todos o alguno de los valores de los bienes» declarados, o que «perturbe el cumplimiento de su función social». Función social que, en primer lugar, se refiere a que estos bienes sean y sirvan para el acceso y disfrute público, ya que, según afirma la ley en tono rimbombante en su preámbulo,

en un Estado democrático estos bienes deben estar adecuadamente puestos al servicio de la colectividad en el convencimiento de que con su disfrute se facilita el acceso a la cultura y que ésta, en definitiva, es camino seguro hacia la libertad de los pueblos.

Cuánto gustan nuestros próceres de las frases lapidarias. Qué ancho se debió de quedar el autor de este texto, y qué orgulloso.

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El caso es que en el 2001 ya estaba Nozar en acción. Pero se notaba poco, todavía. Aún era posible confiar en que la intervención prevista fuera respetuosa con lo que manda la ley, con las obligaciones de protección del lugar que disponía su condición de Conjunto Histórico Artístico. Al fin y al cabo, sabemos de sobra que a los particulares los fríen con obligaciones y puñetas cada vez que, en un pueblo pintoresco o histórico, pretenden hacerse una obra en casa, o abrir una tienda: que si los materiales, que si el color de las fachadas, que si los tejados, que si los rótulos que afean la integridad y el sabor del entorno…

Y el Balneario de Panticosa no era un pueblín cualquiera, de los que hay docenas: era un lugar extraordinario, maravilloso. ¿Cómo no se iba a tener un cuidado especial en su protección y conservación?

Jojojo. Ilusa. De nuestra confianza se valen los mandamases para tirar adelante con lo que les viene en gana, ejerciendo de caballos de Atila una vez sí y otra también.

Pensé, como pensamos muchos, tontos de nosotros, que la actuación en Panticosa se limitaría a acondicionar el viejo edificio del Gran Hotel y el del pequeño Casino para todo luxus a tutiplén, y que ese espacio exclusivo, glamuroso y carísimo, unido a la belleza magnífica del entorno, serviría de reclamo para clientes ricos de la muerte, con lo que se revitalizaría económicamente el Balneario. Pero que dejarían en pie los edificios existentes, acondicionándolos y modernizándolos por dentro, con las comodidades de rigor, para la gente común.

Buah.

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A lo largo de estos últimos años he ido teniendo noticia de las denuncias de las tropelías que se iban cometiendo en ese espacio. Muy destacadamente, las que APUDEPA iba haciendo en su blog, o las que aparecían en la prensa. Pero no me imaginaba la magnitud del destrozo.

El sábado por la mañana subimos al Balneario y se me cayó el alma a los pies. LaMima me había puesto en antecedentes, pues habían estado la tarde anterior…

Pero se quedaron cortos. El lugar es, hoy, sencillamente aterrador. Que se lo han cargado, vaya.

Para empezar, te recibe el terrible mamotreto de un parking de varias plantas, de hormigón hormigón hormigón interminable, para colmo sin acabar, como un monstruo con las tripas al aire.

Pero más adelante te encuentras con los nuevos hoteles que sustituyen a los veteranos «Continental» y «Mediodía», el edificio del balneario, el supuesto «Centro de Alto Rendimiento» y otros espantajos igual de feos o más, que jalonan como setas de cemento pochas aquel entorno en otro tiempo maravilloso. Eso sí, todo de diseño que te pasas y realizado por prestigiosas firmas de arquitectos que ojalá se hubieran dedicado en su día a la poesía muda.

Me faltó poco para echarme a llorar de rabia. ¡Qué horror! Pero… ¿cómo se ha consentido semejante barbaridad?

Encima, para acabar de florecer, los edificios no es que sean solo feos, es que están pensados con el culo: los materiales son absolutamente inadecuados para ese entorno de nieve y hielos… ¿Tan endiosados están los arquitectos que se les ha ido a paseo el sentido común? ¿Nadie les avisó de que en Panticosa nieva todos los inviernos? Cualquiera puede ver, dos años después de su construcción, el deterioro grave que muestran los balcones, las maderas, las cubiertas…

Los edificios antiguos habían aguantado como jabatos más de cien años, con un deterioro exterior mínimo. Los nuevos, con nuestras nuevas técnicas, con nuestros flamantes nuevos materiales, con nuestra excelente sabiduría de última generación en todo, en dos años están necesitados de arreglos severos. Pongo la mano en el fuego de que esos no aguantarán ya no cien años, sino ni siquiera veinte (lo que, en el fondo, no deja de ser una buena noticia; aunque sea un despilfarro impresionante que se contará por cientos de millones de euros).

Eso, por no explayarme con el dato, que me dieron los propios vecinos de Panticosa, de que algunos revestimientos de fachadas, en concreto el del Hotel Continental, tuvieron que ser retirados y sustituidos por otros nuevos, porque eran directamente un desastre… Y «detallitos» menores, como que el mármol de las piscinas tuvo que ser repicado porque la gente se daba unos resbalones de infarto, y que ahora, ya repicado, lo que hace es daño y cortes en los pies, no son sino muestras de lo alejados que están nuestros arquitectos-estrella del mundo real.

El edificio de las Termas de Tiberio parece una mezcla entre el Guggenheim y la cárcel de Alcatraz.

El entorno se ha ido directamente a paseo.

Los encantadores arroyos del lugar se han visto degradados a la condición de estorbos para el paso de tuberías.

Y el lugar me parece bastante poco atractivo para que los ricachones vengan a dejarse la pasta. Esta es, por ejemplo, una de las escaleras que conducen al Gran Hotel (que es de las pocas cosas que se salvan del horror, por cierto, pues le han conservado la fachada)…

Parecido al acceso al suntuoso edificio de las Termas y el Tiberio… (observen la nivelación de los escalones)

Oigan, ¿nuestras instituciones están de adorno?

¿Y nuestras leyes, sirven para algo?

Ah, sí: sirven para recordarnos a los ciudadanos de a pie que nosotros sí debemos ser cuidadosos, respetuosos, y no pisar el césped.

El cartelito me recordó el cinismo de los constructores de la presa de Yacyretá, entre Paraguay y Argentina: se cargaron el río Paraná, machacaron una tierra maravillosa tanto por sus valores naturales como históricos y culturales, machacaron la vida de miles de personas, relocalizadas en poblados miserables en condiciones de vida indignas… pero, eso sí, les daban clases de «educación medioambiental».

Requiem por el Balneario. Un destrozo irreparable que no ha servido para nada, pues ahí está, en quiebra, con su «luxus» aparcado para otro día (el del Juicio, por la tarde), como parque temático de la irracionalidad y la irresponsabilidad.

Ojalá sirviera para que reaccionáramos y exigiéramos, de una maldita vez, responsabilidades a los culpables de este expolio salvaje. Pero, quiá. Sólo será una barbaridad más de las muchas a las que ¿ya nos tienen acostumbrados?

[He puesto más fotos en flickr.]

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17 respuestas a Balneagrio

  1. Ahora a ver cómo le digo que el edificio que veo en la foto que usted ha llamado «el-otro-hotel» me gusta mucho.

  2. Santi dijo:

    ¡Tienes unas cosicas, Mari!
    ¿Pues no te habían «avisao» que el Balneario iba a ser sólo para ricos?
    ¿Pues no eres pobre?
    ¿Pues «p’a» que vas?

    y, como anécdota decirte que a mi no me dejaron entrar al Centro de Interpretación del Balneario (juro que había un local con este nombre) por no ir correctamente vestido (la rubia que había dentro me miró de arriba a abajo y me cerró la puerta en las narices).

  3. angel dijo:

    el endiosamiento de muchos arquitectos con mando en plaza ha ido paralelo a la degradación de su ejercicio profesional y al paletismo desaforado de la clase política y económica que les encarga los proyectos. no se si os acordaréis del fallecido enric miralles, que recibió la medalla de oro de la bienal de venecia por la obra del polideportivo de huesca, QUE SE LE CAYÓ. en graus, otro individuo titulado se permitió, entre otras canalladas, el lujo de destrozar los volúmenes interiores del palacio renacentista del ayuntamiento, saltarse la ley a la torera para coronar el edificio con un armatoste de cristal cuando esa techumbre (bien de interés cultural, como toda la plaza mayor grausina) debía cerrar con teja árabe, ejecutar una obra de arquitectura epatante, ramplona e incómoda que ya ha pasado de moda y perpetrar las mayores barbaridades en otros edificios del pueblo. pues bien, lejos de ser puesto de patitas en la calle con un expediente sancionador de mil pares de narices, recibió el premio del colegio de arquitectos de aragón a la mejor restauración del año y el entonces alcalde (ahora peligroso director general de cultura) se permitía el lujo de poner el edificio como ejemplo de arquitectura ecológica y sostenible. estos días, por cierto, el ayuntamiento de graus ha aprobado una partida de una morterada de millones para climatizar el edificio. ya ves inde, paletos e indocumentados que ponen cara de entendidos los hay en todas partes y el cuento del traje del emperador está cada día más vigente. si hasta empieza a caerme bien el príncipe charles «el tampón» con su cruzada por la preservación arquitectónica de londres.

  4. 39escalones dijo:

    Me quedo de piedra pómez; ¿no tendrá algo que ver el Bellochcino de oro con esto? No sé, es que es muy de su estilo. Igual ha creado escuela y todo…
    Besos

  5. Santi dijo:

    El Balneario estaba participado por el Ayuntamiento de Zaragoza, así que, Don Alfredo, todo puede ser.

  6. admin dijo:

    Harry, corasón: sobre gustos no hay nada escrito, así que si le gusta, pos mu bien. Yo no le encuentro la gracia, la verdad: como ese hay doscientos quince en Cambrils, por un poner. Pero no estamos hablando de gustos, o no principalmente. Ese edificio en otro sitio sería otra cosa.

    Santi, yo no intenté entrar en el balneario, fui solo a verlo por fuera. Lo que no me extraña es que haya quebrado como negocio: a los pobres no les dejan entrar, los de clase mediocre no se lo pueden permitir, y los ricachones supongo yo que se gastarán sus perras mejor en cualquier otro sitio que allí, que menudo espantajo de sitio.

    Ángel, es como lo de Canfranc. Pero eso merece post aparte.

    Escalones y Santi, el Balneario ERA del Ayuntamiento de Zaragoza, que lo compró en los 90. Y en el 2000 se lo revendió a Nozar. Una gentileza.

  7. admin dijo:

    Por no hablar del pavimento, super-ultra-abundante. Lo más adecuado para nieve y hielo, sí. Y encima, que respetemos «la zona verde». La que ellos no han cubierto con losas, será. Argfljasioutjñlkjjjllññññsssjjjj…

  8. elbarzal dijo:

    Penica, y grande. Cargarse ese entorno así debería ser delito. De los perseguibles de oficio.

  9. admin dijo:

    Barzal, cargarse ese entorno así ES delito. Lo que pasa es que la ley no rige para algunos, que la modifican a su gusto cuando conviene, y santas pascuas.

  10. laMima dijo:

    Esta mañana me han contado que a una familia que vive en Parque Goya y tiene un hijo gran discapacitado les han negado hacer obra en su unifamiliar (pensaban colocar un ascensor externo desde su jardín) porque la fachada de la vivienda es econosequé y no puede ser.
    Que sí, que hay una normativa para las modificaciones de fachadas pero leñe, ¿solo se hacen excepciones para los atropellos de los grandes?…
    Gustos arquitectónicos a un lado, a mi del Balneario (a parte del bofetón que te da ver ese parking horroroso a medio hacer) lo que más me molesta es constatar que allí lo que se pretende es que vaya turismo «de calidad»…. económica claro.
    Lo estoy viendo: «oferta para los empleados de la banca talycual, una semana en el balneario para meditar nuevas vías de negocio…». Puaj.

  11. admin dijo:

    La comparación con la historia que comentas de Parque Goya es bastante ilustrativa, Mima. No puede quedar más claro lo que pasa con las leyes.

    Y lo del «turismo de calidad» es pa vomitar, vale. Pero lo peor, a mi juicio, es que al pobre Balneario su declaración como BIC le ha servido para bien poco. Joder, lo que han hecho es ilegal. Lo de las figuras de protección, tanto del patrimonio como de la naturaleza, nos lo podríamos ahorrar, sinceramente: total, cuando es menester se vulnera esa protección (dando autorizaciones indebidas, o simple y llanamente retirando por decreto la declaración que sea), así que no sé para qué todo este paripé.

  12. Badil dijo:

    ¡Santo Cristo que destrozo!

  13. Inde dijo:

    Ay, Badil… 🙁

  14. Victoria Trigo dijo:

    Querida amiga: se puede decir más alto pero no más claro. Tienes razón y razones para que el Balnea-río (río del verbo reír) sea declarado Espacio Catastrofical de Alta Envergadura (ECAE, porque ecaerse ese inmenso click de Famobil, ecaerá, seguro). La sensibilidad de Rafael Moneo para diseñar un hotel en ese enclave es equivalente a la de un Testigo de Jehova para donar sangre. Ni con mala baba se hace un disparate mayor. Pero, claro, hay que decir que es muy minimalista y muy chic y todo eso que pega mal con anoraks del híper y chirucas del año del pun. Además, mientras haya bolsillos dispuestos a pagar 300 euros por una habitación aparcando donde se pueda para pasear equipajes fashion, pues el mañorerrío podrá presumir. Bueno, y a todo esto… que el Balneario NO es para invierno, que está en zona de aludes. En fín, chica, que hay que sacarse un máster en idiotez para tragar con ese engendro. Abrazos

  15. Inde dijo:

    Victoria, gracias por haberlo dicho en la prensa. Te pusieron la ocasión y no fallaste. ¡Ahí esta la Trigo, sí señor!

  16. PRADO dijo:

    El año pasado volví a Panticosa, volví con miedo, sabiendo que el Balneario y el Gran Hotel habían sido destruidos. Sí, estaba avisada, pero albergaba el deseo de que al menos la pradera en la que tantas tardes había descansado después de haberme pegado una caminata siguiera estando allí… junto a la casa de Piedra. Me acompañaban mi hija y mi compañero de fatigas, por el camino cometimos el error de contarle a la niña nuestros recuerdos bucólicos en el Balneario. NUNCA MÁS. La cara de mi hija al bajar del coche me recordó al grito de Munch, creo que pensó que su madre estaba pirada (esta vez con acierto). Pero lo peor fue comprobar que la pradera estaba destrozada y que la casa de Piedra, que otrora se erguía majestuosa, estaba rodeada por monolitos de hormigón que le hacían parecer encogida de miedo. ¡En hormigón tenían que haberle metido las manos al que promovió tal barbarie!
    Al volver hacia el coche, aparcado en una explanada de cemento, ví una víbora, sí, una víbora…. en todos los años que llevo paseando por el Pirineo, por el campo, nunca he visto una. En el trayecto de vuelta lo entendí, la pobre no tenía dónde meterse…..

  17. Inde dijo:

    Prado, qué tristeza… Y pensábamos que en los 60 se cometían barbaridades urbanísticas… ¡Comparadas con las que se hacen ahora, eran una bobada! Y entonces no había tantas comisiones de patrimonio ni tantas hostias.

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