Santa María del Soterranyo, en Biel

Cuento esta historia porque a veces es necesario recordar que las profesiones que se dice que no valen para nada sí que valen para algo. (Lo de que se retribuyan un poco más dignamente es afilado tema para otro post.)

Hace muuuuucho tiempo pasé un año enterito entre legajos notariales del siglo XVI, de los que se guardan en Ejea. Se trataba de buscar documentación sobre el arte en la comarca en esa época, para una tesina que nunca llegué a terminar. ¿Parece aburrido, el tema? Pues, en efecto, lo es. Había días que me lo pasaba bomba, pero otros eran un rollazo de cágate, lorito.

Recuerdo que un día vino a buscarme mi padre con el coche. Yo había subido al archivo, a seleccionar legajos para consultar, y me había puesto perdida; que los legajos tienen polvo casi casi desde el siglo XVI y yo iba, boba de mí, vestida de blanco. Cuando mi padre me vio con aquella pinta me dijo:

–Hija mía, ¿y pa esto has estudiao?

Encontré cosas chulas. Noticias saladas sobre la construcción de varias iglesias, sobre el Estudio de Gramática de Ejea, sobre historias cotidianas de la época que eran un bombón. Y hasta un divorcio.

Pero lo que más juego dio fue la historia de la iglesia de San Martín de Biel. Se construyó en tres fases a lo largo de cuarenta años, entre 1541 y 1581, y fue obra de canteros vascos, bajo la dirección principal de Juan de Marrubiza. Pues va y me encontré los contratos de todas las fases, las cláusulas detalladas de la ejecución de la obra, los cobros, la tasación… y hasta una planta del nivel de las bóvedas. Un lujazo.

El alcalde de Biel, José Luis Lasheras, que es un cielo, me puso en contacto con el arquitecto restaurador de la iglesia, Fernando Alegre, y juntos visitamos las obras varias veces. Eran una gozada aquellas visitas: él me enseñaba a «leer» el edificio y yo le iba contando cosas de mis hallazgos en los documentos. Finalmente, dimos una conferencia conjunta en Biel y publicamos un largo artículo en la revista Suessetania, allá por 1995.

Yo le comenté varias veces a Fernando Alegre que, además de los contratos de obra, había encontrado en los documentos varias alusiones a «la capilla de Nuestra Senyora del Soterranyo», donde, por cierto, se guardaba la arqueta con los redolinos para la elección de los cargos del concejo de Biel (justicia y jurados, digamos que equivalentes a alcalde y concejales).

Eso de Nuestra Señora «del Soterranyo» tenía una pinta de cripta bastante evidente. ¿No?

En aquel artículo de la Suessetania llegué a escribir, sobre la iglesia (presumiblemente, románica) que fue derribada para construir la del XVI, que es la actual:

«Presentaba, asimismo, una cripta o capilla bajo el nivel del suelo, lo que puede deducirse de las abundantes alusiones en la documentación a la ‘capilla de Nuestra Senyora del Soterranyo’. Estaría situada probablemente en la zona del actual presbiterio y se podría intentar localizar exactamente su disposición en el transcurso de las próximas fases de la restauración, ya que muy bien podría darse el caso de que no hubiera sido destruida sino parcialmente, y que el resto permanezca todavía en el subsuelo, colmatado».

Fernando Alegre, el arquitecto, me prometió que, si conseguían dineros para llevar adelante esa búsqueda, en las futuras fases de la restauración que necesitaría el monumento, se encargaría de buscar aquella cripta.

Pasaron diez años. En el verano de 2005, que fue uno de los más complicados de mi vida (niño de dos años y medio, niña recién nacida y operada, madre en fase terminal… y más historias que vamos a dejar estar), una mañana me llamó Fernando Alegre:

–Mari, ¿estás sentada?

–Estoy con la niña en brazos y con el chico agarrao a mis piernas. ¿Por?

–Porque hemos encontrado la cripta.

–¿La qué? (Estaba yo como para acordarme de historias.)

–¡La cripta de la iglesia de Biel!

–¡No jodas!

–¿Y sabes lo mejor? ¡Tiene pinturas! ¡Unas hermosas pinturas góticas!

Aaaayyyy… ¿Os podéis imaginar el alegrón que me di?

Aquellas largas horas entre legajos llenos de polvo y con una letra infame, aquellos viajes diarios a Ejea durante un año, con un tarro de coche que consumía más que yo, para una tesina que nunca llegué a escribir… ¡habían servido para algo!

Hoy, que necesitaba recordar que los merluzos que perdemos horas sin talento con estas cosas va y somos útiles, he querido contaros esta anécdota, y mostraros las fotos de aquel descubrimiento.

Me hace ilusión.

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20 respuestas a Santa María del Soterranyo, en Biel

  1. Miguelgato dijo:

    A partir de ahora diré siempre que voy a meter el coche en el aparcamiento soterranyo.
    ¡Qué San Mateo! ¡Santa Mari, Santa Mari!

    Imagino que la capilla la dejarian visitable?

  2. admin dijo:

    ¿Y usté qué me dice a mí, si yo soy charcutero?

    :DDD

    Un besoooooo

  3. laMima dijo:

    Enhorabuenísima guapa.

  4. Badil dijo:

    Ole y ole, Inde.
    A esto se le echa bien de cuento y sale un besSeller.
    «El secreto de los redolinos». Es que me ha gustado mucho la palabra redolinos.¿Qué son como las arras matrimoniales, monedas, papelestas de voto, bolicas de bingo…?
    So hace falta un crimen (por motivos personales me pido al director de la Agencia Estatal de Meteorología, que usted y yo sabemos que está dirigida por el maligno).

  5. Roberto dijo:

    Norabuena, chavalaza.

    Me alegro mucho, por ti y por todos, claro: por los de fuera, por lo que podremos ver, una virguería más -dispensa lo poco profundo del calificativo de la cosa, pero no me da pa más mi estar, que aún no he fumao y tengo algo de prisica por irme a correr como ayer, que está aquí el paquete que he comprado antes y no quio ni velo-, por los de Biel, porque… porque tienen un soterranyo más que antes, aunque no sea paparcal (¿y pa ir a misa, cómo lo hacen pues? o ¿cómo lo hicieron por aquellas fechas? Aunque, ¿qué más me dará a mí lo que hagan los de las misas, en Biel u ande sea?). Y por ti, pues por lo evidente, que tienes una cotota en todos los sentidos -buenos- que no nos la merecemos.

    Besicos

  6. admin dijo:

    Querida Badil: los redolinos eran una especie de cacahuetes de cera que llevaban dentro el nombre de un señor (elegible para el concejo) escrito en un papelito. El día en que había que renovar los cargos municipales, se sacaba la arquita que los contenía, que estaba cerrada con cuatro llaves (cada una de las cuales guardaba una persona diferente), se abría en presencia de notario y se llamaba a un niño para que sacara tantos redolinos como cargos hubiese que renovar. El niño, con su mano inocente, sacaba las bolitas de cera y las metía en una vasija con agua caliente que deshacía la cera. Se sacaba el papelito y a ése le había tocao. Pues a ése. Si resulta que ése se había muerto, se sacaba otro redolino. Y se ponía otro nuevo en la arquita, con otro nombre de alguien elegible.

    No todo el mundo era elegible, había que reunir varios requisitos; para poder ocupar algunos cargos tenías que ser infanzón; para otros, habías de tener un caballo… Y así. Luego, no todo el mundo quería ocupar el cargo si le tocaba. Se pasaban la vida peleándose los antiguos, oiga, lo mismito que ahora…

  7. Francho dijo:

    El hijo y nieto de un «pelaire» te da las gracias por haber contribuido a descubrir la historia viva de la que fue «lugar» de mis «debampasaus»: Biel.

    Muitas Grazias Mesacha.

    PD: Como decia mi lolo: Amante estudia que los estudios siempre sirven para algo… (ves como tenia razon)

  8. jio dijo:

    hay profesionales que no valen un pimiento pero
    tú sí que vales un monumento…

    ñai!

    🙂

  9. mamen dijo:

    ¡Inde que leche!
    Si ya sabíamos que esta chica era -y es- pero que muy agudica.
    Y sigue con todas estas cosicas, que si no se quedan…soterranyas.
    Gracias por hacernos partícipes de tud trabajos, y besicos.

  10. admin dijo:

    Gracias, amigos… pero ojo, que esto no es de ahora: ¡que fue en el 2005!

    Lo que pasa es que me ha dado por contarlo porque a veces te oyes cada cosa sobre tu profesión (u lo que sea) que… Joer, que sí, que he querido contar que los de letras servimos para algo.

    Y haced extensiva la enhorabuena a Fernando Alegre, el arquitecto, que se lo curró lo suyo para hacerlo posible; y al alcalde (no sé si lo sigue siendo ahora) José Luis Lasheras, un enamorado de su pueblo y de la historia.

  11. Miguelgato dijo:

    ¡Ayyy! ¡que parido mas acertau! (en este caso parida)
    Ti de llevar al Fraile en corderetes.

  12. ¡Hala! ¡pero si usted es Indeana Jones!

  13. Javier dijo:

    Jo que bien, me acabas de alegrar para todo el día; por ti y por todos.
    Pero una corrección: no son las «profesiones» las que valen o no, sino las «gentes» que las ejercitan.
    Un beso.

  14. Badil dijo:

    Es mucho más chulo lo de los redolinos que la elección de Papa. Y menos contaminante.
    Le digo más, yo creo que tendrían más participación las elecciones al parlamento europeo si recuperásemos los rdolinos.

  15. elToño dijo:

    sobrecogedor, estas cosas deberían enseñarlas y no esconderlas

  16. admin dijo:

    ¡Ay, Javier! Ojalá fuera como dices. Pero no, no. Estoy socarraíta con eso…

    Badil: primero hay que poner de moda los redolinos. Así que propongo que los popularicemos como ampollas de producto que va de miedo para las quemaduras solares, por ejemplo. Luego, ya está: donde se vea la palabra «redolino», la gente va y la vota. Aunque seguro que hoy nos los harían de parafina, que no es lo mismo, no.

    Toño, corasao, hoy estoy especialmente revirada con estos temas, así que te pregunto, y de paso le pregunto al personal: enseñarlas, ¿pa qué? Lo mismo que estudiar: ¿pa qué?

  17. Roberto dijo:

    Leo esto hoy, no ayer, que es cuando estabas revirada. Un día hace ya, así que más te vale que se te haya pasado el revire, que no me da la gana de contestar a las preguntas que haces… ¿te vas a poner tristonadepresiva ahora?

    De sobras sabes que ambas custiones tienen respuesta. Y, además de los paraqués, los porqués. Y no sólo las tienen, sino que las sabes.

    Un beso y… y yastá, jodida, que hoy hace más fresquico (¿tendré que recordarte que «ma fi mushkila»?).

  18. Jolube dijo:

    Me parece una historia hermosa y reconfortante para los que hemos echado muchas horas «revolviendo papeles». Estas cosas reconfortan y hacen que este tipo de trabajos valga la pena. Enhorabuena Inde

  19. Cristina dijo:

    ¡Hola! En primer lugar, quería agradecerle el papel que tuvo en el descubrimiento de este trocito de la historia de mi pueblo =)

    Verá, vivo en Cataluña y estoy cursando segundo de Bachiller. Aquí, tenemos que hacer un trabajo de investigación (Treball de Recerca) sobre un tema que escojamos. El tema que he escogido es la historia de mi pueblo, Biel.

    Descubrí este artículo por casualidad durante la elaboración del trabajo y, dada la implicación que usted ha tenido en el descubrimiento de la cripta, quería preguntarle si podría colaborar conmigo proporcionándome algo de información sobre Santa María del Soterranyo o respondiéndome algunas preguntas (las entrevistas tienen una alta valoración en el trabajo).

    Muchas gracias por su atención,
    Cristina

  20. Cuca dijo:

    hola! soy una pelaire muy orgullosa de su pueblo, oficialmente el pueblo de mi padre, pero yo me considero de ahi.En primer lugar le queria dar las gracias por sus investigaciones y también queria agradecer a todas las personas que han hecho posible esta maravillosa restauración de nuestra iglesia. Por cierto, creo que para Semana Santa ya estará abierta al público, así que queda usted invitada, tanto a nuestra procesión de viernes Santo como al pueblo. Además queria comentar que Jose Luis Lasheras sigue como alcalde y estoy de acuerdo con usted, es un enamorado de Biel y hace mucho por el pueblo.Recordar a todos los que quieran visitar Biel que en verano todos los sabados por la tarde se hace una visita guiada por el pueblo, que incluye castillo e iglesia recien restaurados, realizada por el alcalde.Muchas gracias por su interés

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