Lo mejor, como suponía, fue el taller que impartió Patricia Esteban el sábado por la mañana. Encandiladicos estuvimos todos, chicos y chacos, varias horas allí dándoles vueltas a los microrrelatos hechos y por hacer. Preguntamos hasta qué hora podríamos estar: «Hasta que os dé hambre», nos dijeron. Pero luego tuvieron que venirnos a llamar, porque el hambre se nos había olvidado y allí habríamos seguido.
Las compañeras (Isabel, María José, Ana, Sagrario, Patricia y Marta) formamos un grupo majo de verdad que se relacionó estupendamente a pesar de lo diversas que resultábamos. Para que luego hablen de una «literatura en femenino» como una etiqueta rancia.
La alcaldesa, Mª Jesús Acín, nos cautivó con su serenidad y eficacia, lo mismo que Óscar Latas (técnico de cultura de la Comarca, factótum verdadero de la iniciativa) y que los vecinos de Yésero, que nos trataron como a reinas moras. Madre mía. Y bueno, modestamente creo que ellos también quedaron contentos del resultado y que lo pasaron bien con nuestras historias.
Me vine con las pilas cargadas de estímulos positivos y ganas de hacer mil cosas. Surgió un montón de propuestas entre unas y otras, posibilidades que se abrían al hilo de ir conociendo lo que hacíamos cada una… En fin, que montamos un semillero. A ver si fructifica.
Hubo muy buen rollo todo el rato. Y mucho humor.
Aquí, un retrato del grupo. El de arriba es retrospectivo, de nosotras antes más.
El domingo por la mañana, antes de la clausura, nos propusimos volver al año que viene, como público, por el puro gusto de volver a participar. El evento merece la pena, y también el hermosísimo y dinámico pueblo que es Yésero. Para que luego digan que los pueblos «pequeños» no pueden hacer nada… ¡Ja!
[La vista que había desde mi habitación. La pongo más que nada por dar envidia cochina.]
Ole, clavel, qué alegría.
En la foto se demuestra que hay dos corrientes literarias: las que son más de llevar gafas de pasta y las que son más de no usar gafas.
Se las ve muy contentas y sabe usted que si la veo contenta servidor se pone contento. ¡Viva!
¡Ole ole y ole y al que no diga ole que se le seque la hierbabuena!
A ver si para el año que viene me llaman, vale que no soy mujer, pero hago literatura femenina de esa. Si no mire, que tengo más seguidoras que seguidores.
¿Tras la foto es cuando cantaste la jota?
¡Mmmm! esa pose Taustana… te delata.
Otro argumento mas pa fardar de prima, felicidades.
Oiga, Harry, yo también digo ole, por si acaso me afecta al limonerico. ¿Le he dicho a usted que me ha regalao mi cuñada Maribel un limonerico? Pues sí, aquí lo tengo brotao en una maceta. A ver si resiste estas calores, pobrete, que estoy todo el día ayva que lo pongo aquí que tié más luz, ayva que lo quito que le da el sol y se me va a achicharrar… Lo de que las mujeres le sigamos el blog no es por su literatura, es por su sex appeal, que lo sepa.
Gatico, si es que la cabra tira al monte; y si es Cruzas, más.
Jo, la foto de las nenas me da miedo.
Me lo pase en grande. Divertido y creativo fue el finde.
Yo ando escribiendo mircros, no lo dejo ni en broma.
Y te olvidaste de firmarme tu libro para mi madre.
Gracias, reina,
Besos,
Marta
hola, añado aquí el enlace una de las niñas de yésero, marta http://entrenomadas.wordpress.com/2009/07/02/brioletasyesero-jornadas-literarias/
¡¡¡GUAPAS!!!, que envidia de reunión, que bueno. Me alegro mucho queridicas.
Oye, ¿ya tienes otro limonero?..vigila a los vecinos voladores…digo..
Pues con el clima que tiene usted lo mejor que puede hacer con su limonero es eso, tenerlo en una maceta. A los ingleses, que les gustan cosa mala los limoneros de toda la vida, les da por ponerlos en macetas en sus jardines, así, cuando llega el frío los meten en casa. Mi limonero, como no está en maceta, va el pobre que un día tira y otro se echa para atrás, pero este año me va a dar tres limones. Tres. Uno más gordo y dos pequeños. Están verdes aún. El manzano me va a dar tres manzanas. Los dos perales me van a dar unas veinte o treinta peras y el ciruelo ni una sola ciruela. «Que es que soy bianual», me dice el jodío.
Fuistéis un gran lujo para los sentidos y el espíritu
Qué bien eso de acabar con etiquetas rancias de estas formas!
Agradecimiento sincero a las creadoras y al gestor
Un abrazo
Huyyy, madreee, hasta que dé limones mi limonerico… (si llega, que en menudas manos está el pobre).
Yo ahora lo tengo en la cocina, que tiene musha lú, porque en la terraza me da no sé qué que se me asocarre con esta caloraza. No sé si hago bien. Me acuerdo de cuando mis chicos eran recién nacidos y estaba todo el rato pendiente, si tendrán calor, si tendrán frío.
Ah, y sea usted comprensivo con su ciruelo, amigo Sonfór, que tener un ciruelo en la vida es importante cosa.
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Elvira, apúntate al grupo de microrrelateras, que se te daban fenomenal. ¿Un lujo? Sí, yo también lo creo; pero no especialmente por nadie, sino por todo. Toda la gente, el ambiente que se creó, el lugar… Todavía lo estoy saboreando.