La mala fe y las subastas

Hace dos años el Ministerio de Cultura adquirió en subasta, por 9.500 euros, una tabla perteneciente a un retablo gótico que se presentaba como «de escuela aragonesa» (ver). Tanto la Generalitat catalana como el Gobierno de Aragón habían mostrado interés por ella, al objeto de destinarla al Museo de Lérida, en un caso, y al de Barbastro en el otro, de manera que el Ministerio pidió a las dos administraciones autonómicas que presentaran un informe técnico que justificara sus pretensiones y los criterios sobre los que se basaban para querer quedársela.

Presentados los informes, ninguno pareció definitivo al Ministerio, que encargó otro por su cuenta al IPCE (Instituto de Patrimonio Cultural de España, antes llamado IPHE); y basándose en este último determinó, en abril del 2010, ceder aquella tabla gótica a Aragón.

Al conocer la noticia, en Lérida saltaron las alarmas: el 25 de mayo el Diario Segre publicó el artículo «Una obra que pedía Lleida, para Aragón» (el texto completo en catalán, aquí) y tres días después salió otro («El litigio y las subastas«) firmado por Alberto Velasco, conservador del Museo de Lleida y autor del informe de la parte catalana, que estaba indignadísimo. Este artículo es el que casualmente leí yo algún tiempo después, al buscar por la red datos sobre otro tema relacionado con los bienes aragoneses en Lérida.

El relato de los hechos que hacía el sr. Velasco dejaba en muy mal lugar a los aragoneses; pero les confieso que en un primer momento me sentí abochornada más que otra cosa, pues considerando que el autor es especialista en pintura medieval, di credibilidad a sus palabras.

No a todas, sin embargo. Había un dato que chirriaba muchísimo, sobre todo viniendo de un especialista como él. Afirmaba Alberto Velasco que se había dado cuenta de que aquella tabla, un Calvario, no era de un «anónimo aragonés», sino de

un pintor con nombre y apellido. Se trata de Pedro Espallargues, un maestro activo en las tierras de Lérida y en la Franja a finales del siglo XV, con retablos ejecutados para las localidades de Enviny, Son, Unarre, Vilac y Abella de la Conca.

(También realizó retablos para muchos otros pueblos aragoneses, pero vaya, dejémoslo de momento.)

Alberto Velasco decía, además, que al proceder a realizar el informe técnico para la valoración del Ministerio había encontrado «evidencias que demostraban que la tabla podía ser originaria de la iglesia leridana de Son«. En ese pueblo, en efecto, se conserva un retablo de estilo similar al del pintor de la tabla subastada, al que le faltan las tablas correspondientes a la parte baja (el banco o predela), algunas conservadas en los museos Maricel de Sitges y Diocesano de la Seo de Urgel, y otras desaparecidas.

Prosigue el artículo de Velasco:

Lo que yo proponía en mi informe es que la tabla vendida en Madrid fuera, precisamente, uno de estos compartimentos desaparecidos. Y lo hacía con argumentos muy muy contundentes, entre ellos la correspondencia exacta de medidas con las tablas de Sitges y de la Seo de Urgel.

Y se preguntarán, ¿cómo es que si había pruebas tan evidentes, la pieza se ha acabado entregando a Aragón? Yo también me lo pregunto, y más después de haber tenido acceso al informe que se redactó desde el gobierno aragonés. Lo califico de informe con mucha benevolencia, ya [que] tenía una página y pico de extensión, con un argumentario increíblemente débil, y estaba firmado por alguien no especialista en pintura gótica. Lo más «interesante» de este texto era que justificaba que la tabla procedía, cómo no, de Barbastro. Pero eso no es todo. Lo más surrealista es que se argumentaba que la tabla formaba parte de un retablo del que se conservan tres compartimentos en el Ayuntamiento barbastrense. Utilizo la palabra «surrealista» porque, atención, estos compartimentos no son obra de Espallargues sino de un pintor anónimo denominado Maestro de Vielha. En definitiva, un auténtico disparate y una opinión absolutamente tendenciosa que tenía como único objetivo hacer proceder la tabla, fuera como fuese, de Barbastro. Ciertamente, me sorprende ver cómo se puede llegar a manipular la evidencia y tergiversar la historia de una forma tan chapucera, y que encima, cuele sin problemas. Y después hablan de «mala fe».

Dardos envenenados aparte, puede que se hayan dado cuenta de dónde está el dato que chirría, porque es evidente no ya para cualquier titulado en historia del arte, sino para cualquier aficionado: la tabla que se subastó en Madrid era un Calvario; y los calvarios en un retablo no están nunca en el banco, en la parte baja, sino en el ático o remate. No todos los retablos culminan con un Calvario, hay excepciones; pero por más que me esfuerzo no encuentro ni un solo ejemplo de retablo que tenga esa escena en el banco, como pretende el señor Velasco… con el único argumento de que le coinciden las medidas.

Es posible que sea cierto que tenga «evidencias que demuestran» que esa tabla perteneció al retablo de Son, «argumentos muy muy convincentes» y «pruebas tan evidentes»; pero si las tiene, ¿por qué no las aporta, en lugar de limitarse a hablar de una coincidencia de medidas? Qué quieren que les diga, a mí eso sí me parece un argumento débil…

Mosqueada, he buscado más información sobre el tema y he encontrado cosas interesantes que, de paso, lavan la honra profesional del autor del informe de la parte aragonesa (que no sé quién es). Lo primero, que la autoría del retablo de Son no es segura, sino atribuida; y que hay bastantes retablos por ahí, dispersos por el mundo, que guardan evidentes parecidos con éste en su estilo, que se atribuyen por igual a Pedro García de Benabarre, a Pere Espallargues y… ¿a que no saben a quién? ¡Al Maestro de Vielha! Les pongo dos imágenes, para que puedan comprobarlo. La primera es del retablo de Escalarre, atribuida a Espallargues y conservada en el Museo de Dallas; y la segunda, del retablo de Vielha, atribuido al maestro que lleva este nombre. Observen el parecido de la primera, que es un San Juan, con el San Juan que hay, como debe ser, a la derecha de Cristo en la segunda:

¿Y por qué? Pues porque tanto Espallargues como el Maestro de Vielha debieron de ser discípulos y/o miembros del taller de Pedro García de Benabarre, importante pintor oscense del siglo XV, y el estilo de los tres guarda fuertes semejanzas, hasta el punto de que sobre muchas de las obras conservadas de cualquiera de ellos se mantienen serias dudas de atribución. ¿Procede, por tanto, calificar de «surrealista» la atribución hecha por los técnicos de la DGA de la tabla subastada al Maestro de Vielha, como hace el sr. Velasco?

Item más: las tablas que se conservan en el Ayuntamiento de Barbastro, que según Maricarmen Lacarra proceden de la iglesia del antiguo hospital de San Julián y Santa Lucía de esta ciudad, y que se atribuyen al Maestro de Vielha, guardan estrechas semejanzas tanto con las figuras de San Juan que les he mostrado antes como con las del Calvario que se representaron en la tabla subastada y adjudicada a Aragón. Lamento no tener mejor foto que esta, pero les animo a que busquen por su cuenta y lo comprueben:

Les recuerdo ahora que Albert Velasco califica esta atribución de «surrealista», y a los argumentos presentados, de «increíblemente débiles» y de «auténtico disparate», para concluir en que lo escrito en el informe era «una opinión absolutamente tendenciosa que tenía como único objetivo hacer proceder la tabla, fuera como fuera, de Barbastro». Habla también de tergiversación chapucera de la historia y de mala fe…

El tono de su artículo es tan contundente que de primeras tal vez no se repara en su absoluta falta de argumentos. Así que quienes aprovechan cualquier cosa para dar en cabeza a los aragoneses dieron por buena su versión, esta sí tendenciosa, y así se pudieron leer en los días siguientes airadas declaraciones sobre el tema por parte del presidente de la Diputación de Lérida, Jaume Gilabert, calificando de «grave error» la decisión del Ministerio de Cultura de «donarlo» a Aragón (cosa que también es incierta: el Gobierno de Aragón es quien paga la tabla, no el Ministerio; lo que éste hace es cedérsela por derecho de tanteo, no gratis), y achacando esa decisión a «partidismo de Madrid». En la prensa, por supuesto, se daba ya por sentada la atribución de esa tabla a Espallargues (¿basándose en qué?) y su pertenencia al retablo de la iglesia de Son.

También se pudieron leer ataques muy groseros hacia Aragón por parte de algunos indocumentados, que nos dicen que «de jóvenes robábamos melones, para practicar» y que lo sucedido con este tema es «de crónica de quinquis». Para que luego digan que los que insultamos somos nosotros.

El artículo de Alberto Velasco concluye afirmando:

Se ha cometido una grave injusticia y se ha acabado engrosando el patrimonio público aragonés gracias a la manipulación, las malas artes y la mentira. Alguno habría de dar explicaciones.

Eso me gustaría a mí: que «alguno» diera explicaciones de por qué, en lugar de dar argumentos sobre su hipótesis (pues lo suyo no pasa de ser eso: una hipótesis), se dedica a verter acusaciones, algunas muy graves, y a poner en entredicho el trabajo y la honorabilidad de los técnicos de la administración aragonesa, callándose lo que no le interesa, dando una visión tan sesgada… «y después hablan de mala fe.»

El caso es que el artículo de este señor sí que «coló»: a finales de diciembre de 2010, cuando la Diputación de Lérida se hizo con otro fragmento de retablo atribuido al mismo pintor, se comentaba en la prensa, como de pasada, que la Generalitat de Cataluña había impugnado la resolución del Ministerio que otorgaba la tabla gótica del Calvario a Aragón.

Me gustaría saber en qué ha quedado todo este asunto, si es que se ha resuelto ya, o qué vida lleva el caso, si aún está sin resolver. Porque si han atendido a los «argumentos» de Velasco… tendrá cuajo que sigamos hablando de mala fe.

NOTA BENE: les sugiero que echen un vistazo a la biografía que de Espalargues (sic) publica la página del Museo del Prado, donde aparece este pintor como oriundo de «Benabarre, Lérida». Y, de paso, les sugiero que consideren la posibilidad de que esa «villa de Molins que no se ha podido localizar» como patria chica de Espallargues, y que algunos interpretan como Molins de Rei (!), pudiera ser la pequeña localidad de Los Molinos de Betesa, en la Ribagorza. El «problema» de su origen, que se lee en algunos repertorios, no parece tal.

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37 respuestas a La mala fe y las subastas

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  3. laMima dijo:

    Que te lo he dicho ya pero me reafirmo; estas cosas me sacan de mis casillas. Somos una cuadrilla de atontaos Mari, nos tragamos lo que nos den sin cuestionar la mitad de las cosas.
    Menos mal que estás por ahí…

  4. Marta dijo:

    Marisancho, impresionante artículo. Esto debería leerlo todo el mundo. Anonadada me he quedado y abochornada, como dice Inma. Joder, qué fuerte.

    Kisses,

    Marta

  5. Inde dijo:

    Averquévapasar… ¿Alguien sabe algo?

  6. Alberto Velasco dijo:

    Al administrador,

    después de haber leído la entrada de su blog, y dado que habla largo y tendido sobre mi persona, me gustaría aclarar algunos puntos que, en mi opinión, dañan mi imagen y profesionalidad.

    De entrada, le comento que no voy a entrar a desarrollar los argumentos que en su momento me llevaron a defender la procedencia leridana de la tablas y a efectuar un escrito periodístico tan contundente como aquél. Y si lo hice con ese tono, créame, fue porque estaba seguro de lo que escribía. Como bien comenta en su blog, el asunto de la dichosa tabla se encuentra subiudice en la justícia ordinaria, y por ello, usted comprenderá que no desarrolle aquí el argumentario que me llevó a proponer la procedencia de la parroquia leridana de Son. Sobre ese asunto presenté cinco informes, y allí lo dije todo. Evidentemente, en un artículo de prensa no podía explicarse todo aquello, puesto que los responsables del periódico me ofrecieron una extensión muy limitada.

    En segundo lugar, sobre la ubicación del Calvario en la predela del retablo de Son, habría de ser más prudente en sus afirmaciones antes de acusarme de falta de profesionalidad. Cuando Ch. R. Post pasó por Son antes de 1936 dijo: «The actual scenes of the Passion are consigned to the predella, the Last Supper, Agony in the Garden, Flagellation, and Crucifixion» (Ch. R. Post, A history of Spanish Painting, vol. VII, p. 243). ¿Por qué la Crucifixión estaba en la predela? Porque el retablo de Son fue reorganizado en época moderna, como tantos otros conjuntos. Por tanto, ahí tiene usted la prueba que tanto reclama en su texto.

    En cuanto a la atribución del Calvario al Maestro de Vielha por parte de la «parte» aragonesa, es un absoluto disparate. Y lo reafirmo. Y se lo está diciendo alguien que efectuó su tesis de licenciatura sobre dicho pintor, la cual dió lugar a la publicación de un libro (editado por la Universitat de Lleida) de más de 200 páginas (por cierto, donde estudié las tablas del Ayuntamiento de Barbastro). O sea, que algo sabré sobre dicho pintor.

    La atribución al Maestro de Vielha es tendenciosa e interesada, y vuelvo a repetir que tiene como único objetivo hacer proceder la tabla de Barbastro, que era lo que interesaba. Y lo más surrealista -fíjese, vuelvo a utilizar la misma palabra- de todo es que no existe correlación de medidas entre la tabla de subastada y las conservadas en el Ayuntamiento de Barbastro. Es escandaloso. En cambio, las medidas de dicha tabla son exactamente las mismas que las de la predela de Son. Habría otras muchas cosas que podría comentar sobre la trastienda del asunto, pero evidentemente este no es el foro más adecuado al estar el tema subiudice.

    Otro punto: el gobierno de Aragón no tenía ni idea de que la tablas se subastaba. Se enteró a través de la Subdirección General de Museos de la Generalitat de Catalunya, que informó a sus homólogos aragoneses como gesto de buena voluntad de cara al litigio por las obras de arte de la Franja. Y lo más curioso es que el gobierno aragonés se personó en la subasta sin saber de quien era la obra, ya que se enteraron de que salía a la venta justo el día antes de la subasta. Se les comentó que el Museu de Lleida estaba interesado, y como la pieza salía a la venta como «Anónimo aragonés», consideraron que era una ofensa tremenda que Lleida pudiese comprar algo así. Por eso la compraron, no por nada más. Luego fue cuando la hicieron proceder de Barbastro, porque había que justificar la compra.

    Por otro lado, lleva usted razón con esto de que Pere Espallargues no procedía de Molins de Rei (Barcelona), y que en realidad era oriündo de Els Molins, en el término municipal de Areny de Noguera, en la Franja. Por cierto, esto lo determinó un servidor en el libro que antes he mencionado. Así pues, me alegra que una hipótesis formulada por un servidor le haya seducido.

    Finalmente, no voy a continuar con el tema porque, sinceramente, creo que ya he hablado demasiado. No le negaré que estoy tremendamente disgustado con su escrito, lesivo hacia mi persona, redactado a partir de lo que usted ha encontrado por la red y sin un conocimiento profundo de la cuestión. Un tema tan complejo como este no podía tratarse así, a partir de noticias de periódicos o entradas de la wikipedia. Entiendo que para las personas que no son parte implicada en el asunto estas son las únicas fuentes de información, y más cuando solo existen informes confidenciales a los cuales usted no ha podido tener acceso. Por ello, y de cara al futuro, le pido prudencia, por el bien de todos, y más tratándose de un asunto que a día de hoy se está dirimiendo en los tribunales. Que ellos hablen, y no nosotros.

    Alberto Velasco

  7. Carmen Berlabé Jové dijo:

    Apoyo y suscribo totalmente la intervención de Alberto Velasco. Deberían documentarse mejor antes de lanzar este tipo de escritos, no sólo por sentido de justicia y de ética sino también por prestigio personal de los propios autores, que con estos contenidos se autodescalifican. No entraremos en polémicas que convienen a unos pocos y a muchos no interesan; desde Lleida estamos acostumbrados a leer barbaridades y hacer caso omiso de ellas puesto que tenemos muy claro y asumido que no podemos luchar contra la sinrazón. Documéntense, indaguen, pregunten, comparen, reflexionen y básense en el respeto….sólo así conseguirán credibilidad científica cuando emitan opiniones.

    Carmen Berlabé

  8. inde dijo:

    Sra. Berlabe, donde encuentra la sinrazon en mi articulo? Y por que se dirige a mi en plural?
    Espero contar con un ordenador esta noche, para poder contestar adecuadamente. Saludos.

  9. miguelgato dijo:

    ¡Dioi!, ¡dioi!

  10. BOIRA_A dijo:

    Conocida la voracidad de los amigos catalanes, estoy de acuerdo en cuanto ha escrito Inde, el ariculo de marras, respira malas formas y demasiada mala baba y sigue en su replica

  11. Santiago dijo:

    Ladran, luego cabalgamos.
    ¡Ay cómo se pican! Será que han comido ajos.
    Ánimo y a defender las cuestiones con argumentos y detalladas. Señor Velasco, señora Berlabé, apunten argumentos a la discusión y no utilicen el recurso fácil de decir que yo soy experto y los demás unos ignorantes o unos indocumentados. Me parece que la entrada de este blog ofrecía suficientes detalles para que cualquiera que esté interesado forme su propia opinión.

  12. Alberto Velasco dijo:

    Señor Santiago, no voy a entrar en el fondo de la cuestión porque como ya he dicho y repetido, se trata de un asunto que está subiudice. Suficientes cosas he dicho en mi escrito de réplica, entre ellas, lo que me pedía el administrador/a del blog en cuanto a la ubicación de la tabla en la predela, que era una de las cosas que me recriminaba. Como usted comprenderá, en un blog no se pueden exponer todos los argumentos que se esgrimían en los informes que redacté, y menos si el tema se está analizando en un juzgado. No procede.

    Y en cuanto al comentario de Boira_A, si mi respuesta respira malas formas, ya me dirá usted que respira la entrada de este blog que ha dado lugar a mi respuesta. Me parece que he sido muy educado.

    A. Velasco

  13. Alberto Velasco dijo:

    Por cierto, una serie de imprecisiones del texto original de la Sra. Inde que quería precisar y me olvidé:

    – El retablo de Escalarre no es de Pere Espallargues, sino del Maestro de Vielha (no lo digo yo, lo han dicho otros antes). Por tanto, es obvio que se parezca al retablo de Vielha, como usted propone.

    – No es cierto que la obra de Espallargues, el Maestro de Vielha y Pere Garcia de Benavarri se confunda, al menos para los que sabemos algo del asunto (estoy realizando mi tesis doctoral sobre ellos). Cada uno tiene su estilo perfectamente bien diferenciado, y así lo han establecido diferentes especialistas al largo de los últimos años.

    – La atribución que la Dra. M. C. Lacarra efectuó de las tablas de Barbastro al Maestro de Vielha es correcta, en ningún momento la he cuestionado ni calificado de surrealista. Lo que cuestiono abiertamente es que la tabla subastada sea del mismo conjunto que las anteriores. Es absolutamente imposible, por evidentes diferencias de estilo y falta de correlación de medidas.

  14. elToño dijo:

    ¡ Jesús amado ! mejor será que nunca aparezca petróleo en Aragón.

    • Carmen Berlabé Jové dijo:

      Yo no sé si ustedes cabalgan, tal vez el Sr. Santiago (y no me refiero al patrón) sí, también a lomos de un redundante caballo blanco….Es evidente que nosotros no ladramos y, para no ponerlo fácil, tampoco somos ladrones. Y respecto a los sabrosos y saludables ajos, yo sí los como, aunque por placer y salud. Por cierto, los ajos aragoneses tienen muy buen mercado, según tengo entendido. Espero que la explicación del Sr. Velasco y los datos que ha aportado les hayan servido para ver las cosas de otro modo. Por mi parte doy por zanjadas mis intervenciones. Ya me gustaría ser bloggera, ya, pero tengo múltiples obligaciones que atender y demasiadas limitaciones de tiempo (sí, las limitaciones son sólo de tiempo). Buenos días y buena suerte.

  15. Inde dijo:

    Sr. Velasco:
    Me pide usted prudencia de cara al futuro. Procuraré tenerla (lo procuro en general), pero considere que si yo escribí este artículo fue en respuesta a otro suyo que creo que pecaba, precisamente, de falta de prudencia. Hacía usted acusaciones muy graves hacia todo el proceso de la subasta y adjudicación de esa tabla a Aragón, en el que hablaba de manipulación, malas artes, tergiversación chapucera de la historia, reeminencia de decisiones políticas sobre los argumentos técnicos, de mentiras y de mala fe. De que los aragoneses nos habíamos servido de todo eso para engrosar nuestro patrimonio público. Bueno, yo también le recomendaría prudencia, a mi vez. Entiendo que se disguste por que alguien le conteste y le rebata; entenderá también usted que su artículo pudiera causar disgusto, y hondo, en la “parte” aragonesa.

    Ni mi escrito ni su respuesta en este blog respiran malas formas; ha sido usted, en efecto, muy educado. Pero su primer artículo, que es el que da pie al mío, sí las tenía, vaya que sí. Con todas las limitaciones de espacio que le impusiera el periódico, usted utilizó la mayor parte de ese espacio para atacar (principalmente aunque no sólo) al Gobierno de Aragón y a sus técnicos, en lugar de aprovecharlo para ofrecer argumentos que avalaran su parecer. No dio más que uno, que es el que repite aquí en sus respuestas y que sigue pareciéndome débil. Desde luego, para nada concluyente a la hora de tomar una decisión. La tabla del ático de un retablo, como es el Calvario (y lo sería ésta también en su origen), no tiene por qué coincidir en sus medidas con las de la predela. En el caso de que pudiera haber formado parte del mismo conjunto al que pertenecieron las tablas conservadas en Barbastro, no hay necesidad de que fueran del mismo tamaño, pues pertenecían a zonas distintas del retablo.

    En cuanto a esta última posibilidad, la de que el Calvario formara parte del retablo del antiguo hospital de Barbastro, sigo sin entender por qué la califica de “surrealista”, atendiendo al evidente parecido estilístico que muestran sus figuras con las del Calvario en cuestión. A mi modo de ver, incluso se le parecen bastante bastante más que las del retablo de Son. A usted le parecerá que no, claro. Y seguro que usted tiene más autoridad que yo sobre el tema; pero eso no le da venia para calificar a quien tiene otra opinión de mentir, manipular o actuar de mala fe. Yo podré estar acertada o equivocada en mi opinión, pero le aseguro que es sincera y no interesada. ¿Por qué acusar del modo que usted hizo a los técnicos que elaboraron el informe de la DGA, solo porque estimaron que esa obra era de otro autor?

    Vamos a reconstruir el proceso: usted se entera de que esa tabla sale a subasta, considera que es de Pere Espallargues y avisa a la Generalitat para que se interese por ella. La Generalitat avisa, a su vez, a la DGA el día antes de la subasta. La tabla es adquirida por el Ministerio de Cultura, que pide informes a las dos entidades interesadas en quedársela. Usted hace su informe y se da cuenta entonces de que, siempre según su opinión, la tabla podría pertenecer al retablo de Son. Mientras tanto, los técnicos de la DGA proponen que el autor es el Maestro de Viella y que podría pertenecer al desmembrado retablo del hospital de Barbastro. ¿Dónde está aquí la mala fe, la mentira ni la manipulación?

    En su réplica a mi artículo da otra versión de los hechos diciendo que el gobierno aragonés compró (¿?) la tabla por evitar que se la llevara Lleida, “no por nada más”, y que “luego fue cuando la hicieron proceder de Barbastro, porque había que justificar la compra (de nuevo: ¿? No la compró la DGA, la compró el Ministerio: aquí se está usted confundiendo). Bien, los técnicos de la DGA la “hicieron proceder” de Barbastro después de la subasta, lo mismo que usted la “hizo proceder” de Son también después de la subasta, tal y como explica en su propio artículo… Sigo sin entender dónde ve usted, en todo esto, manipulación, mentira, etc., etc.

    En cuanto a la colocación del Calvario en la predela, en este caso me hace usted callar: la explicación es que fue recompuesto en desorden. Ok, sobre esto le pido disculpas, aunque ya ve que es necesario dar explicaciones sobre las cosas, pues no hacerlo provoca confusión. Aun así, sigue usted sin aportar datos ni argumentos que demuestren que esa tabla perteneciese al retablo de Son. No lo hizo en el periódico, no lo hace ahora. No entiendo por qué, por mucho que se haya impugnado la cesión hecha por el Ministerio, salvo que se hubiera decretado secreto de sumario. No se puede pretender que los ciudadanos hagamos actos de fe, sin más, solo porque quien habla es especialista: “créanme que es como yo digo, solo porque yo lo digo, y no voy a explicar por qué”. Además, no todos los especialistas opinan igual. A menudo los investigadores no se ponen de acuerdo sobre las atribuciones de las obras de arte. Y dan razones sobre su postura, argumentos. Mientras yo no tenga, seguiré sin estar convencida. Y, desde luego, no podré seguir la recomendación de su compañera, la Sra. Berlabé, que me pide (aunque lo hace en plural, qué chocante) que “me documente”: si los sabios se niegan a ilustrarnos a los ciudadanos, mantienen la confidencialidad de informes sobre pintores del siglo XV y renuncian a explicarse en prensa o medios de divulgación, nunca podremos hacerlo.

    En cualquier caso, insisto en que los datos que aporta sobre este asunto son del todo insuficientes para dar por sentada la pertenencia de ese Calvario al retablo de Son, y menos para llegar a afirmar, como hizo en su artículo, que “se ha cometido una grave injusticia” y que “se han lesionado gravemente los intereses de un pequeño pueblo del Pirineo leridano”. No debieron de ser tampoco concluyentes para el Ministerio de Cultura, pues mandó hacer otro informe a una entidad neutral. Sus acusaciones en aquel escrito, al respecto, afectan también gravemente a los técnicos del Ministerio y a los del IPCE, que según usted no actuaron de buena fe. ¿Se da cuenta de la cantidad de gente a la que atacó de manera durísima, poniendo en tela de juicio su profesionalidad y su honradez, acusándoles de cometer un delito, de ser injustos a sabiendas? Por favor… ¡de nuevo, yo también le recomiendo prudencia! ¿No se le ha pasado por la cabeza la posibilidad de que usted no tenga razón? ¿O la de que otras personas puedan pensar, honradamente, que no la tiene?

    A esto es a lo que me refería al decir que calla lo que no le interesa: de su escrito se infiere que el Ministerio adjudicó a Aragón la tabla sin más trámite que la presentación de “un folio y pico” de argumentos débiles, mal hechos e interesados. Y no fue así. El Ministerio no dio por bueno ni el informe de la “parte aragonesa” ni el suyo. Y pidió otro, al que usted no hace referencia en absoluto, pese a que es un dato que cambia bastante la historia.

    En cuanto a las fuentes en las que me documento, es atrevido por su parte afirmar que solo provienen de la prensa e internet. Esas fuentes son las que enlazo, claro, porque son las que se pueden enlazar. Pero ¿qué sabe usted de mi biblioteca, o de las bibliotecas a las que tengo acceso, o de los repertorios que consulto o dejo de consultar? ¿Qué le hace pensar que solo me informo a través de la red?

    Me parece que se precipita en sus conclusiones, tal vez no solo en lo que a mí respecta.

  16. Inde dijo:

    Una última cosa, Sr. Velasco: en su artículo llegó a afirmar que se arrepentía de «haber levantado la liebre», de «haber identificado al autor de la tabla» y de haber propuesto su adquisición, viendo que finalmente había sido para Aragón. El Ministerio de Cultura acude a las subastas de obras de arte para garantizar que esas obras pasan a pertenecer al patrimonio público y evitar que acaben en manos privadas. Luego las cede a la institución que considera, en cada caso, que debe conservarla. De lo que usted escribió en aquel artículo se deduce que si hubiera sabido que se la iba a quedar el museo de Barbastro, habría preferido que esa tabla fuera a parar a manos de cualquier coleccionista, haberse desentendido de ella por completo. Pero es usted el que acusa a Aragón de haber «comprado» la tabla solo para que no la tuviera Lleida.

    Quiero pensar que sus palabras fueron fruto de un calentón, de una rabieta. Lo contrario le dejaría a usted en muy mal lugar. Pero no voy a precipitarme en mis conclusiones.

    Atentamente,

  17. Inde dijo:

    Ah, y ya acabo, de verdad: en un principio pensé contestar más largamente a la Sra. Berlabé, pero creo que no es necesario. En efecto, cada uno se retrata en sus escritos. Y no sé por qué ella siente la necesidad de aclararnos que sus limitaciones son únicamente de tiempo.

  18. Javier dijo:

    Bueno, Mari.

    Incapaz de seguir con fundamento las argumentaciones más técnicas, me quedo con algunas ideas, que son por otra parte las que siempre quedan patentes en tu blog: que conviene discutir el «principio de autoridad» y poner sus conclusiones en revisión, que hay que poner luz sobre los «secretos oficiales», que no suelen sino esconder maquinaciones espurias… y es que, cuando se quiere investigar, aportar conocimiento, no se pueden poner las losas del camino a la medida del destino que nos hemos marcado.

    Quienes te conocemos, aunque sea un poco, no vamos a poner en duda la vocación que te anima.

  19. Alberto Velasco dijo:

    Bueno, Sra. Inde, esta es mi última intervención aquí, no quiero alargar más esto. Le podría comentar mil cosas que seguramente ayudarían a que usted comprendiera mejor mi posicionamiento, pero créame no puedo. Voy a intentar, eso sí, explicarle algunas con el handicap de que hay un juicio pendiente. Ya veremos si algo de lo que he dicho o diré por aquí acaba perjudicándome. Por eso, tal como le digo, esta va a ser mi última intervención.

    Por cierto, la llamo Sra. Inde porque no sé su nombre, como tampoco sé el de otros que han escrito por aquí y han dicho algunza sandez aprovechando su anónimato, como siempre pasa en la red. Pero bien, esto es lo de menos. Cada uno se califica con sus palabras.

    Primeramente, sobre el tono del artículo que publiqué en su momento, lleva usted razón, era tremendamente duro. Duro en las formas y duro en el contenido. Y créame, fui completamente consciente de ello, era buscado. Era la única forma de llamar la atención sobre una injustícia tremenda que acababa de cometerse. Me reitero en todo lo que dije, y acuso de todo lo que acusé a quien toque. Ni me arrepiento, ni me retracto, faltaría más. Hubo gente que obró mal, a sabiendas. Y lo diré delante de quien convenga, y igual dentro de no mucho me tocará hacerlo, quien sabe. Lo que ocurrió fue muy fuerte, y como diría Maira Gómez Kemp, hasta aquí puedo leer, lo siento.

    Para opinar sobre el estilo de la obra como usted lo ha hecho, y no hablo de los embrollos diversos que hemos comentado por aquí (ahí tiene usted todo su derecho a opinar), sino de las CUESTIONES ESTRICTAMENTE ESTILÍSTICAS, hay que estar formado, y usted no lo está. Como yo tampoco discutiría con usted algun tema de su especialidad profesional, dios me libre. Es por eso que, por mucho que me interese la etología de los primates, nunca entraré a opinar en un foro con especialistas sobre ese tema. Y no se lo tomé usted a mal. Pero es muy coriente hoy en día que todo el mundo se atreva con todo. Esto son unas pinturillas del siglo XV, no és física nuclear, pues lanzemonos a la piscina y opinemos, que seguro que no lo haremos tan mal!! Ya sé, ahora me despellejaran por elitista, etc, etc., pero un servidor lo ve así. La prueba está en que, a nivel de estilo, usted metió la pata en aquello del retablo de Escalarre y su parecido con el de Vielha, una comparación que le servía a usted para darme un pelín de caña…

    Y ya que hablamos de dar caña, le voy a dar un poco a usted. Hay una cosa de su primer texto que rezoma cierto anticatalanismo. Dice usted:

    «Y, de paso, les sugiero que consideren la posibilidad de que esa como patria chica de Espallargues, y que algunos interpretan como Molins de Rei (!), pudiera ser la pequeña localidad de Los Molinos de Betesa, en la Ribagorza».

    Ay que se nos ve el plumero… o sea, vamos a cargar contra los catalanes, que todo lo ven catalán y son unos expansionistas y todo lo quieron para ellos, hasta la nacionalidad de los artistas. Vamos, la cantinela de siempre que, dicho sea de paso, cansa bastante. Le comento. Lo de Molins de Rei fue una propuesta que dos historiadores hicieron en 1986 en base a la inscripción del retablo de Enviny (Lleida), donde Espallargues escribió que era «de la vila de Molins». Lo escribió en catalán, Enviny está en Catalunya, por tanto, no veo tan descabellado que alguien propusiera Molins de Rei como su lugar de origen o residencia. Por eso, me estraña muchísimo ese signo de exclamación que usted ha puesto entre paréntesis. O mejor dicho, no me extraña nada.

    En cualquier caso, y como ya le comenté, fue un servidor quien propuso que, en realidad, se tratase de Els Molins, cerca de Betesa y Areny, en la Franja. Esta propuesta ha cuajado bien entre otros especialistas, y me alegro que a usted también le parezca bien. Por cierto, a mi me da bastante igual que sea de Molins de Rei, de Els Molins (Betesa) o de Torremolinos. Es un debate estéril, al menos para los especialistas, aunque veo que para otros no.

    Y sí, su escrito inicial respira muy malas maneras, me reitero. Aunque también lo entendiendo, ya que mi artículo del Diario Segre fue duro, y comprendo que me repliquen con igual dureza. Por cierto, una aclaración, usted comenta «Entiendo que se disguste por que alguien le conteste y le rebata». Eso no es así. Lo que me disgusta es que usted monte su texto inicial con argumentaciones imprecisas, con equívocos, y que aproveche para atacarme. Usted parte de un desconocimento que le lleva a formular una argumentación no sólida, y que acaba en un ataque a mi persona. Eso no es justo. Si usted quiere utilizar los argumentos disciplinares, primero habría de estudiar Historia del Arte y especializarse en el tema en cuestión. Puede usted criticarme por mis formas, pero no servirse de una disciplina que desconoce para atacarme. Porque sepa usted que, a partir ahora, esto queda escrito en la inmensidad red. Queda para siempre, a no ser que usted lo retire (no seré yo quien se lo pida, faltaría más). Como igual quedó mi artículo en el diario Segre donde puse a parir a infinidad de gente. Pero lo hice con toda la razón del mundo (aunque a usted le parezca que no) y con conocimiento de causa, ahí está la diferencia. Créame, le faltan saber muchas cosas de la trastienda del asunto.

    De nuevo, le repito que no voy a poner sobre la mesa mis argumentos, que los tengo, vaya sí los tengo, y así lo puse por escrito en los informes que me pidieron las autoridades competentes en su momento. Entenderé sus críticas por no enseñar mis cartas, pero el asunto está en el juzgado y no quiero problemas.

    En cuanto al informe «neutral» que usted menciona y que solicitó el Ministerio de Cultura, voy a decirle una cosa que me parece usted no conoce (o sí), ya que me acusa de ocultar información. Efectivamente, hay cosas prefiero no mencionar por estar el asunto subiudice y por no implicar a terceras personas (aunque se lo merezcan por chanchullear y por su falta de profesionalidad). Y aquí quizás me paso hablando, pero bueno, dado el punto que nos hallamos de la discusión, y puesto que reconozco que es usted muy incisiva, creo que merece saberlo. Se lo encargaron a una conservadora de un museo estatal muy importante, que reusó emitir ninguna opinión sobre el asunto. Sorprendentemente, solicitó que «su buena amiga» (la califica así en un catálogo de exposición de 1996) la profesora XXX (prefiero no mencionar su identidad) elaborara dicho informe final. Para el que no lo sepa, la profesora XXX era quien previamente consultada por el gobierno aragonés, había propuesto que la tabla subastada viniera de Barbastro. Como no podía ser de otra manera, la profesora XXX se reafirmó en lo ya había dicho, es decir, que la tabla procedía de Basbastro. Según mi parecer, esta no es una opinión neutral. Ese informe definitivo no podía firmarlo ni ella ni yo, pues eramos parte implicada el asunto que se dirimía.

    En cuanto a lo de considerar la tabla de Espallargues o del Maestro de Vielha, que es donde reside la clave del asunto, se vuelve a notar que no es usted especialista. Hay que cosas discutibles, y otras que no lo son. En este caso, el estilo de ambos pintores es inconfundible, y eso lo sabemos yo y la profesora XXX. Puede ser confundible para alguien que no esté familiarizado con ellos, como por ejemplo usted, pero no a los ojos de un especialista. Le pido disculpas, pero no puedo ilustrarla sobre el asunto, me es imposible, no puedo resumir años de trabajo en una entrada de blog. Esto de los pintores es más difícil de lo que parece y no se aprende por internet.

    Lo que yo considero grave es que la procedencia de Barbastro se diera como buena solamente en base a las afinidades estilísticas existentes con las tablas existentes en Barbastro. Es inaudito. Para demostrar que una tabla forma parte de un conjunto hay que aportar más argumentos, no sirve solamente decir que se parece el estilo. No se aportó ni un solo argumento más. Ni correlación de medidas, ni análisis de las diferentes maderas que integran la tabla subastada, ni nada más. Increíble. Solamente unas semejanzas estilísticas que, además, no existen. Y no es mi opinión. Objetivamente, no existen. Otra cosa muy distinta es querer que existan, o hacer ver que existan.

    Y nada más. No quiero ahondar más en la cuestión. Hasta aquí he llegado.
    Un saludo

  20. Mª Biela dijo:

    Sr. Velasco:
    para ser Vd. un estudiante de tercer ciclo y estar, por tanto, todavía en periodo estrictamente formativo rezuma Vd. una soberbia insoportable. No se lo tome a mal, pero como Vd. mismo dice «hay cosas discutibles, y otras que no lo son». Y esta no lo es. Vd. solico se ha retratado perfectamente en sus escritos. Sólo queda esperar que cuando acabe su Tesis haya conseguido aprender no sólo Historia de Arte Catalán Medieval, sino también un poco de educación y algunas lecciones de comportamiento básicas.
    La lógica que Vd. utiliza repugna: Se erige en gran especialista en un tema (de escasísimo calado, dicho sea de paso) y se siente así autorizado a despreciar airadamente a todo aquel cuya opinión no coincida con la suya. Cualquier divergencia con su certero dictamen ha de ser necesariamente errónea: bien por desconocimiento, bien por intereses espurios o simplemente por mala fe. Cuando la Profesora XXX discrepa en su atribución, Vd., con el aplomo propio de un necio, declara que lo hace por interés, a sabiendas de está errada. Cualquiera que no viviera instalado en el círculo vicioso en el que Vd. tan a gusto se encuentra, podría pensar que la opinión de la Profesora XXX fuera sincera y tan sólidamente fundamentadas como la suya. Y que, efectivamente, si Vd. y la Profesora XXX no se ponen de acuerdo en la procedencia, quizá la distinción estilística entre esos autores no estará tan clara como Vd. pretende.
    Cuando se haga Vd. mayor, acabe sus estudios y se convierta quizá en un verdadero especialista posiblemente aprenda a utilizar más argumentos y menos dogmas, más claridad y menos «trastienda», más prudencia y menos «contundencia». ¡Animo!, si se esfuerza lo suficiente, hasta Vd. podrá conseguirlo.

  21. ¡Puf!. Cuidado, Sr. Velasco. No seré yo quien le rebata sus argumentos, porque no es mi especialidad, pero podría comprender que, a los que conocemos a la autora de este artículo que tanto le ha molestado, nos parezca que va usted de un sobrado impresionante. Aparte de lo sospechoso que resulta tanta reiteración de que no puede exponer más argumentos porque el asunto está en los tribunales, porque no es el lugar apropiado y no sé qué excusas más, ¿ni siquiera se le ha ocurrido pensar que a lo mejor se equivoca en cuanto a la preparación y currículum de esta señora? A lo mejor se quedaría sorprendido (yo estoy seguro de ello), pero no, no se moleste en ir más allá. Sé que no lo hará porque considera demasiado valioso su tiempo. Desde luego, si en su trabajo profesional es usted tan acertado como en lo referente a sus consideraciones sobre ella y con tanto fundamento (es decir, ninguno), el asunto es muy grave. Ustedes no van a rectificar. ¿Cómo van a hacerlo ahora si ante tropelías más escandalosas no lo hacen? Aquí siempre es la misma historia: el pez grande que desprecia al chico y lo quiere todo para sí, lo suyo y lo del otro, con una prepotencia tal que le impide ver dos palmos más allá de sus narices. Todo ello favorecido, claro está, por la habitual falta de contundencia por parte del pez chico, pero de eso ya no tienen ustedes la culpa. Y ahora, acúsennos también de victimistas, que es la salida más fácil que suelen emplear los aprovechados para decirles a quienes osan reclamar alguna vez algo de lo que les corresponde que se callen y que se vayan a silbar a la vía.

  22. Inde dijo:

    Sr. Velasco, voy a ir por partes respondiendo a su último comentario y ya acabo con esto yo también.

    1.- «Inde» es mi alias en internet pero no oculta mi identidad, que es facilmente localizable. Es más, supongo que a estas alturas ya me tendrá localizada.

    2.- Yo soy historiadora del arte, así que está usted metiendo la pata enviándome a estudiar esa disciplina, afirmando que no tengo formación y volviendo a insistir en que lo que hago es documentarme por internet. Yo no estoy cuestionando su, en principio, mayor autoridad sobre este tema porque no lo pretendo, pero no me falta ni formación ni criterio para cuestionar lo que estimo conveniente, ni menos para opinar. Si tuviéramos que aceptar a ojos cerrados todo lo que dicen los catedráticos, especialistas, académicos y otros sabios, no habríamos salido de la edad de piedra.

    3.- Lo de acusarme de anticatalanista por sorprenderme de que a Espallargues lo hicieran oriundo de Molins de Rei es una tontería, y ya lo siento pero no cabe otro calificativo para esto. Es como si me llamara anticatalanista porque un día me dieron ganas de estornudar al ir a comerme una rebanada de pan con tomate. Por favor, seamos serios. Comprendo que es un poco frustrante que no le haya dado motivos para agarrarse a La Excusa, pero qué le vamos a hacer. Mi sorpresa hacia lo de Molins de Rei la tiene que comprender usted, además, mejor que nadie: sobre el origen de Pere Espallargues hay dos datos, uno es el de la inscripción del retablo de Enviny y otro la referencia del testamento de su hijo, donde se dice que procedía de Benabarre. Vale, pues teniendo en cuenta esos dos datos y el hecho de que este pintor trabajó principalmente en la Ribagorza y su entorno, me resultó sorprendente lo de que se hubieran ido a buscar un Molins tan lejos, habiendo otro mucho más cerquita. Fíjese usted lo anticatalanista que soy y el plumero que se me ve, y lo que me fastidia que este señor haya nacido en Benabarre, en Santa Coloma de Gramanet o en Bollullos de la Mitación. Hay que ver lo malas que son las obsesiones, hágaselo mirar, esto.

    3.- Lo de la profesora XXX: ya adivino quién es, no hace falta ser muy listo. Hay pocos especialistas en pintura gótica en España, menos aún mujeres, y menos aún que hayan podido asesorar en algún caso al Gobierno de Aragón: blanco y en botella. Dándome cuenta de quién es la profesora a la que usted se refiere con tanta equis, y leyendo la información que da al respecto en su último comentario, me he quedado con la boca abierta, porque está dando la medida usted mismo de hasta dónde llega su manera torticera de contar las cosas, que ya paso directamente a calificar de marrullera. Si usted dice que esa profesora asesoró al Gobierno de Aragón a la hora de establecer la atribución de la autoría sobre la tabla subastada y su posible procedencia, ¿cómo tuvo el cuajo de afirmar en su primer artículo que el informe de la DGA estaba firmado «per algú no especialista en pintura gòtica» y callarse que la persona que firmaba el informe lo había hecho con el asesoramiento de esa profesora? ¿Para dejar en mal lugar así, a la brava, al Gobierno de Aragón?

    Ahora sí que me río yo directamente de la atribución de ese Calvario a Pere Espallargues y al retablo de Son: puestos a confiar en la voz de un especialista, me fío bastante más de esa profesora, que tiene una categoría académica y profesional muy superior a la suya, y no digamos prestigio, reconocido desde hace muchos años de forma unánime… excepto, a lo que se ve, por usted. Una fórmula de cortesía escrita en un catálogo de una exposición le basta a usted para pensar que la conservadora a la que se solicitó el informe por el Ministerio no delegó en ella por considerar que es una de las personalidades que más sabe de pintura gótica en España, sino por chanchullear y por joder al Museo de Lérida. Esto sí que es inaudito, caballero. Qué pasada. Pero qué pasada.

    Como al final me entere de que el tema de la impugnación de la decisión del Ministerio no está «sub iudice», como tantas veces usted ha dicho para negarse a dar más argumentos, sino en simple trámite administrativo, es que ya no voy a saber cómo calificar todo esto.

  23. miguelgato dijo:

    Mari, ya escribo yo la última línea de tu último post:

    ¡Cari bordizo!

  24. Inde dijo:

    No, Gato, no: mejor no. Yo sé, como cualquiera de Tauste, ponerle el tono adecuado a lo que has dicho, y más en tu voz, pero vamosadejalostar.

  25. elToño dijo:

    ¿ No notais un fuerte tufo a cebolla ?

  26. Jesus Lainez dijo:

    Que herramienta tan hermosa el blog de Mari Sancho!
    Solo hay una descalificación cada tres mil palabras (hay que bajar esa media).
    Yo disfruto muchísimo leyendo a gente tan instruida y educada. Este debate ha sido glorioso, de verdad.
    Aprovecho para felicitar a Jaime por su audaz y valiosísima visión del siglo XI en el valle del Ebro y España, un gran trabajo el que he leído en la publicación del Patiaz.

    Habéis dado un pasito hacia adelante en contra de la mala fe, porque en un futuro todas estas cositas, desde el principio, se publicarán desde el respeto, y se debatirán desde el respeto y con argumentos, y perdone usted Sr. Velasco, sinceramente, si algún comentario del blog le ha incomodado, pero son las tìpicas reacciones humanas con las que tropieza aquella parte, que escribe desde una posición no respetuosa con la otra parte.
    Por cierto, y desde el respeto, tengo un mapa que demuestra que el Aneto esta en Aragón, pero estudiaría argumentos.

  27. miguelgato dijo:

    Precisamente en ese tono lo quería decir yo, en plan taustano.

  28. Miguel Campor dijo:

    Gracias INDE por el debate del que he disfrutado muchísimo.

  29. Inde dijo:

    ¡Gracias a vosotros por los comentarios!

  30. elToño dijo:

    Ya ha desaparecido el olor a cebolla, menos mal prefiero la longaniza

  31. Roberto Gracia Segovia dijo:

    Supongo que este señor escribirá su tesis en catalán -grado de corrección que desconozco- porque, si lo intenta en castellano y lo usa como por estos lares, a ver qué edad tiene cuando, tras des-subiudizársele la cosa, acaba siendo doctor. Igual podría aprovechar, mientras, para pasarse por alguna consulta de las que me sé y hacerse mirar eso de la extraña autoestima… que tanta soberbia rezuma -no rezoma, no-. Me recuerda, esa petulancia, algo que estudié hace tiempo… pero eso es otra historia.

    Hala, Mari, que te vaya bonito… y siento que hayas tenido que desperdiciar tiempo con aprendices. Da rabia: lo chulo son los duelos entre quienes tienen similar nivel. Y dan sensación de estafa cuando uno de los contendientes hace ostentación -por detentarlo- de un nivel que no le corresponde (qué risa me estaba entrando cuando casi te matricula este personaje en el Acceso a la Universidad para mayores de…).

    Un besico

  32. marisol dijo:

    He leido en el periódico la entrevista que te han hecho y luego he visitado este foro,no sabía nada de esta polémica, pero espero que personas como tú nos puedan defender de estos ataques y de estas personas.

    Saludos.

    Marsol.

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