Píos latrocinios y santos vendimientos

Hay que ver cómo cambian las cosas según cómo se cuentan.

En el siglo XII, el arzobispo de Compostela, Diego Gelmírez (en la foto), «mangó» una buena colección de reliquias de las iglesias de Braga, ciudad portuguesa que pertenecía a su diócesis, para enriquecer el patrimonio de Santiago. A aquello se le llamó «pío latrocinio»:

El afán por engrandecer a Santiago de Compostela llevó al arzobispo Gelmírez, en el siglo XII, a “saquear” literalmente las iglesias dependientes de su obispado, para trasladar las reliquias de los santos que había en ellas a su sede, con el pretexto de que estaban descuidadas. Este “pío latrocinio”, como califica la Historia Compostelana a este hecho, fue realizado furtivamente para evitar la ira del pueblo.

(La cita está tomada de aquí.)

A lo que hizo el obispo Messeguer con las obras que se llevó de las parroquias aragonesas (y leridanas) que dependían de su diócesis, no se le ha llamado nunca «latrocinio», ni siquiera anteponiéndole lo de «pío». Se le llama «rescate»: porque parece ser que, si no hubiera sido por él, esas piezas de arte se habrían perdido. Como si el hecho de que se las llevara él no hubiera sido perderlas. (Al fin y al cabo, el pueblo que se quedaba sin ellas no encontraba mucha diferencia entre que se las llevara un obispo, un marchante americano o un anticuario a sueldo de un rico burgués de Barcelona.)

En estos días, nos enteramos de que el alcalde de la localidad leridana de Sort ha conseguido que el Parlamento catalán apruebe por unanimidad su propuesta de negociar con el museo neoyorquino The Cloisters (dependiente del Metropolitan Museum) el regreso de varios sepulcros góticos del monasterio de Santa María de Bellpuig de les Avellanes, que fueron vendidos a comienzos del siglo XX a un anticuario.

«Fuentes de la Generalitat explican que estudiarán la forma más adecuada de conseguir que las piezas vuelvan a Cataluña», se afirma en la noticia enlazada.

Lo de Sort debió de ser un «santo vendimiento». Las ventas o cesiones que se hicieron por pagos aragoneses no debieron de ser tan santas, visto que se censuran implacablemente como fruto de la desidia de unos paletos que no supieron ver el valor de lo que tenían.

(Ya, ya sé que lo del «santo vendimiento» es otra cosa. Lo aclaro por si acaso.)

Y yo me pregunto: ¿no habrá que oponer a la pretensión de Sort, apoyada por el Parlament por unanimidad, que ello atenta contra la sacrosanta «unidad de colección», esa que impide que los museos se disgreguen, se deshagan de sus piezas? Porque es lo que se hace de forma contundente cuando se trata de los bienes aragoneses en litigio con Lérida…

Recuerdo que era algo que machaconamente me repetía Eduard Carbonell, antiguo director del MNAC: «Eso no se puede hacer, disgregar una colección de un museo sería ir contra las recomendaciones del ICOM». (Que es el organismo de la Unesco que se ocupa de los museos.)

La verdad es que nunca he conseguido encontrar esa recomendación en el «código deontológico» del ICOM. Pero bueno. El caso es que en cuanto a la pretensión de Sort, da igual que exista o no tal recomendación: a juicio del Parlamento catalán, la colección de The Cloisters sí se puede disgregar, sí se puede solicitar que «pierda» varias de las piezas que tiene expuestas…

¿Justicia, Tomasa, pero no por mi casa?

Por no dejar de la mano a Sort, pongamos otro ejemplo que viene en esa misma noticia de El País que enlazaba antes (y que conste que no tengo nada en contra de que ese pueblo y su alcalde intenten recuperar su patrimonio, faltaría más): hace poco, los de Sort recuperaron una cruz de término (una creu-padró) que había sido robada y que de pronto localizaron en el Museo Maricel de Sitges. En ese caso, la Diputación de Barcelona colaboró en la devolución de la pieza al pueblo porque «coincidió con el Ayuntamiento de Sort en el interés por recuperar los rasgos característicos de los pueblos del Pallars».

En el reciente caso, poco aireado en la prensa a mi parecer, del hallazgo de un relicario medieval, el de Santa Waldesca, que pertenecía a Sijena en el alijo recuperado de un robo en Riudecols (cerca de Reus), las instituciones aragonesas, ni otras de ningún color, han dicho ni mú. Debe de ser que no coinciden con el alcalde de Villanueva de Sijena «en el interés por recuperar los rasgos característicos» de los pueblos aragoneses.

Recomendación vehemente: no dejen de leer las noticias sobre el caso, que merecen la pena. Porsia, les resumo el asunto: hay un robo en una masía en Riudecols, junto a Reus, que pertenece al barón de Llorach; la policía descubre a los ladrones y rescata el alijo; la prensa publica fotos; el alcalde de Villanueva de Sijena reconoce un relicario que perteneció al Monasterio de Sijena; y reconoce de paso al «propietario», el barón de Llorach, que era amigo de la abadesa de Sijena en los años 60, Pilar Sanjoaquín, y que se paseaba con ella por Sijena de vez en cuando; el alcalde reclama la pieza, denuncia el caso. Y le hacen ídem omiso.

–El único medio aragonés que dio cierta relevancia a este grave asunto, cosa que le honra, fue el Diario del Altoaragón: ver aquíaquí y aquí.

–En el Heraldo sólo salió esto, y encima, el titular, que anuncia que el alcalde de Sijena «declara por un robo de joyas«, induce a creer que es que las ha robado él.

–En la prensa catalana apareció esto, mientras que en el ABC se incidía en que el «propietario» niega incluso que la reliquia proceda de Sijena, que mandan eggs.

El País, que ha inaugurado en los últimos tiempos una trayectoria errante, no se entera de ná. Aquí, incluso, desgranan estas perlas cultivadas:

Siglos de herencia aristocrática. La familia Grau Pla, víctima del robo millonario, conserva en la finca de Riudecols una colección acumulada a través de siglos de herencia aristocrática que asemejan la mansión a un enorme museo sin inventariar. La mayoría de los objetos de la colección familiar datan del siglo XII, aunque su propietario admite que puede haber entre ellos reliquias de más antigüedad. «Se han ido conservando recuerdos y hasta hay algunos que ni habré visto», señala Llorenç Jaume Grau Pla, el dueño de esta monumental herencia.

«Monumental herencia», dice. Anda, que… (Las cursivas son mías. Alguien tendría que poner en cuestión todo esto, ¿no?)

–Finalmente, por algún lado se afirma que las joyas volverán a las manos del oscuro propietario.

¿Fin de la historia?

Cuatro colofones, cuatro

Uno, que me choca, como decía al principio, el diferente enfoque que se puede llegar a dar a las cosas.

Dos, que me gustaría que el Parlamento catalán apoyara, por unanimidad, las reclamaciones que se pudieran hacer, como de hecho se hacen, de pueblos de su Comunidad referidas a piezas que se guardan en sus propios museos de Lérida o Barcelona, por ejemplo, lo mismo que se apoya la reclamación de Sort hacia el museo The Cloisters de Nueva York. Que hagan caso a los pueblos del Valle de Boí y del de Taüll cuando reclaman que se les devuelvan las pinturas de sus iglesias que se conservan, como tesoros, en el MNAC.

Tres, que me gustaría que las instituciones aragonesas dijeran algo. Algo. Que hagan ver como que existen y que no se dediquen, simplemente, a dejar pasar el tiempo.

Cuatro, que me habría gustado ver qué tratamiento habría dado la prensa a una hipotética (e inverosímil) reclamación aragonesa de una pieza de The Cloisters, tipo el sepulcro del arzobispo Dalmau de Mur, que allí se conserva. Qué habrían dicho El País, La Vanguardia… Si es que decían algo, claro.

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16 respuestas a Píos latrocinios y santos vendimientos

  1. laMima dijo:

    No, si da para pensar mal hija ¿en qué están nuestros «gobernantes»? ¿no mosquea ya ese mirar para otro lado?…joplas, menuda representación.
    Que impotencia todo esto, si. Solo faltaba el mutismo de los medios de comunicación. Querida, Aragón no es noticia, no vende. Que agco.
    PD Que hermosura esa pieza (¿relicario dices?, que no entiendo yo) que muestras. Que pena.

  2. angel dijo:

    lo de la autoridá en este país: que es questán de vacaciones maña. que no les da tiempo pa mirarse el piriodico y claro, cuando vuelvan al despacho s’habrá pasau la noticia y ya no será caso el mentarlo. (que por qué los períodos vacacionales de los/las responsables político/as aragoneses son tan largos y sus autismo social tan evidente ese es un caso de expediente x, aunque conociendo el percal, tengo para mí que si se metieran en serio a trabajar lo harían muuucho peor).

  3. admin dijo:

    Joer, Ángel, ¡el comentario es demoledor!

    Ya os contaré un rato de éstos un «secretillo» relacionado con la investigación sobre los bienes de las parroquias oscenses que me tiene bastante mosca…

    Mima, pues sí, es un relicario; y tiene dentro una costilla de la santa. En la foto, si te fijas bien, se ve el huesete. Ya ves qué cosas tan pizpiretas tenía el barón de Llorach en su casa «de toda la vida». Digo yo que si estos Llorach no descenderán de los Gelmírez gallegos…

  4. 39escalones dijo:

    Las instituciones catalanas en eso siguen a pie juntillas, tripartito incluido, el viejo axioma cristiano, ése de que tu mano izquierda no vea lo que hace la derecha, etc. Qué arquitectura de moralidad nos ha legado la religión. qué bien.
    Besos.

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  6. mamen dijo:

    Vaya con el pio latrocinio, debe ser que al ser «pio»es´menos latrocinio, o què.
    Todo esto que cuentas -gracias-, es indignante, abracadabante, surrealista, etc
    Y nuestros próceres mirándose el ombligo no se les vaya a soltar.
    De verguenza.
    Yo esperoque este otro caso que os cuento no llegue ni a pio ni a latrocinio, y que devuelvan a la parroquia de Tauste los nada menos que 144 pergaminos que se llevaron para restaurarlos al arzobispado, y de eso ya hace unos cuantos años. Son de los siglos XIII, XIV, XV y XVI. Y entre ellos están el del Voto de San Miguel, una bula del Papa Paulo V y otra del Papa Luna.
    Tenemos un museo en la Parroquia con seguridad y que es donde deberían estar estos pergaminos. ¿Sólo nos queda decir amén y conformarnos? Pues no.

  7. jabola dijo:

    Excelente entrada, Inde. Excelente.

    Desgraciadamente muy poca gente en nuestra tierra se ocupa y preocupa por nuestras cosas y en un país de desmemoriados cualquier atropello es posible.

    Gracias por estar ahí e informar. Saludos.

  8. anagadner dijo:

    Me uno a jabola y cía:gracias por informar.¿Qué se puede hacer?Me desanima todo un montón.¿la historia de la historia es lo que hemos aprendido o lo que algunos han querido que supieramos?¿cuál es la verdad?
    Me inquieta sobremanera.Mientras queden personas que no callen,como tú, por lo menos sabremos una parte de la verdad…
    Pues eso, enhorabuena

  9. anagadner dijo:

    Huy, perdón, que le he tuteado, jijij

  10. admin dijo:

    Jamía, Anica, que ya nos vale: amoadejannos de leshes. A partir de ahora, considérese usté tuteada. Digo, esto, que eso.

    Amigo Jabola: viniendo de usted el halago, pos es un orgullo pa mí mu grande.

    (¿Ves, Ana? A Jabola no lo conozco y no le tuteo… y sin embargo, a la primera de cambio, ya le estoy llamando amigo; y bueno, es que me gustaría.)

    Mamen, paisana: lo de los legajos de nuestro pueblo merece otro post incendiario. Ya me pasarás más información. Mientras, voy afilando el colmillamen.

  11. Río Aragón dijo:

    Hola Inde.

    Desde APUDEPA nos pasan el enlace al Código de deontología del ICOM para los museos, 2006.
    http://icom.museum/codigo.html#section2
    Un río de salu2.

  12. admin dijo:

    Hola, chicos: gracias, pero ya lo había enlazado, exactamente esa misma página… Hay que leer con más atención, jejeje…

  13. Niceforo dijo:

    ¡Por Dios!, y yo que conozco el caso de un maestro, que tenía en su casa, cerca de Trujillo, fragmentos de cerámica y algunas monedas romanas, que le había regalado el padre de unos alumnos suyos que las había encontrado trabajando su parcela, y lo asustaron de tal forma (amenazándole incluso de que podía ir a la carcel y, por supuesto, perder su puesto de trabajo) y al pobre hombre le faltó tiempo para entregar todo aquello al Museo Arqueológico. El pobre maestro ya no recoge ni setas cuando va al campo, del susto que se llevó. Y, por otra parte, hay a quien se le permite retener patrimonio histórico . ¡Que me lo expliquen que yo no lo entiendo!

    • Inde dijo:

      Yo tampoco, Nicéforo, yo tampoco.

      O bueno, sí que lo entiendo: el maestro de tu pueblo era un ciudadano común y corriente, no era un rico heredero podrido de pasta y perteneciente a un apolillado linaje nobiliario, ni tampoco una institución de una comunidad autónoma con mucho más peso que otras en el gobierno estatal y, por tanto, con la sartén por el mango. ¿Ves qué fácil, en el fondo?

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