A quienes tanto habláis de la historia común, de las relaciones de vecindad entre Lleida y Huesca, de los vínculos seculares entre la Catalunya de Ponent y el Aragón oriental, os digo que Sijena no os importa. Si os importara, consideraríais ese lugar un símbolo de la historia de Aragón y Cataluña, lo protegeríais como panteón real que fue de un monarca común y de grandes personajes de gestas compartidas; como primer Archivo Real, génesis del de la Corona de Aragón en Barcelona; como foco artístico impresionante que dio luz a algunas de las creaciones más sensacionales del arte medieval en la Península Ibérica.
Todo eso fue Sijena y debería seguir siéndolo. Porque el lugar estuvo vivo hasta 1970. Sus monjas dieron buena muestra de tenacidad en la defensa de un lugar que amaban y al que todos dieron la espalda en un momento dado. Sijena tiene una historia de más de 800 años y no estuvo descuidado hasta su incendio; y después de su incendio, fue habitado por las dueñas, que vivieron entre las ruinas dando ejemplo de valentía y dignidad, hasta que no pudieron más y, con excusa de unas obras, accedieron a salir de allí temporalmente.
De 833 años de vida, tuvo 15 de abandono: entre 1970 y 1985, en que volvió a ser habitado. Cuando se habla de la desidia y el abandono en que estuvo este lugar, vivediós que me sublevo. He llegado a leer a gente muy circunspecta afirmar que el monasterio fue abandonado cuando la Desamortización, o que «se ensorró» en 1990. Y si dijeran que las monjas comían niños crudos, sería lo mismo: este tipo de majaderías se recibe de forma acrítica, todo se da por bueno con tal de que abunde en el tópico del Aragón que no se preocupa por su patrimonio.
Si alguien se hubiera interesado de verdad por Sijena, entendería perfectamente que en Aragón peleemos por devolverle sus bienes. Es más, contribuiría a ello. Pero las palabras huecas es lo que tienen: que en realidad solo se usan como dardos.
No se preocupó por Sijena el obispo de Lérida. Nunca. El monasterio dependió de este obispado desde 1873, y el obispo solo mostró interés por él para hacerse con piezas para su museo, pero jamás para procurar su bienestar, ofrecerle recursos con los que mantener su patrimonio o buscarlos en la Administración para destinárselos. Construyó su museo, para eso sí hubo dinero. Su edificio seminario, su palacio episcopal, todo eso sí estaba bien conservado, no le faltaba nada. Para las parroquias a su cargo, cero. Para este monasterio emblemático en la historia, guardián de ricos tesoros artísticos durante siglos, símbolo, este sí, de una historia común, nada. Nada. Llevarse sí, aportar jamás.
Los sucesivos señores obispos se vendieron piezas del patrimonio de la diócesis cuando les convino y no por poco dinero (así, con el Terno de San Valero, por ejemplo, que no fue ni mucho menos la única pieza que se enajenó); ese dinero no fue a parar nunca a las parroquias ni a Sijena. En 1945, el que estaba en el cargo en ese momento escribía a la Don. Gral. Bellas Artes, a Madrid, para decir que Sijena se podría restaurar si se enajenaban bienes que tenían las monjas, entre ellos las pinturas y «la Silla de Doña Sancha»; cuando se dio cuenta de que esta silla, que no se llama de Doña Sancha sino de Doña Blanca, estaba en Lérida, la retiró de las posibles cosas que se podían vender para salvar el monasterio. Un monasterio, por cierto, que se tendría que haber restaurado por iniciativa de esa Don. Gral., sin que nadie se tuviera que vender nada. A mí todo esto me revuelve mucho las tripas.
El patrimonio artístico estaba a cargo del obispado, era su responsabilidad cuidarlo y velar por él, pero si algo se echó a perder la culpa fue de los aragoneses; lo que se salvó, tras 800 años de salvaguarda en su lugar, lo salvaron los catalanes.
Si quisierais a Sijena, si os importara, en lugar de llenaros la boca de palabras vacías estaríais ayudando a su recuperación. Como se recuperó Poblet (en la época franquista, por cierto), no solo arquitectónicamente sino, en la medida en la que se pudo, con la restitución de su patrimonio: ¿aquel empeño en recuperar Poblet, símbolo histórico tan importante, fue un acto noble de un pueblo culto que muestra amor por la historia y el arte, pero el empeño en recuperar Sijena es obcecación de tozudos aragoneses españolistas opusdeístas anticatalanes? ¡Venga ya!
Los únicos que nos hemos preocupado por Sijena hemos sido los aragoneses. Desde el momento en que empezó a peligrar su integridad, allá por 1835, las únicas muestras de interés por cuidarlo, protegerlo, restaurarlo, vinieron de Aragón y singularmente de Huesca. Ni Barcelona ni Lérida hicieron otra cosa que sacar de allí las piezas que había. Madrid pasaba olímpicamente de todo, como suele hacer con «provincias». Solos nosotros hemos cuidado y recuperado lo que hemos podido. No vengáis ahora con historias comunes que suenan a sarcasmo, y dejad de poner palos en las ruedas.
Y no busquéis argumentos cogidos por los pelos: el patrimonio de Sijena está, en su absoluta mayor parte, en Barcelona y Lérida. En Madrid, Toledo y otros lugares, tanto españoles como no, hay algunas piezas, pero casi se pueden contar con los dedos de una mano, mientras que en Cataluña son cientos. Y ni exhibís los bienes ni los dejáis ver ni los estudiáis, solo los atesoráis. Dejad de argüir el puñetero anticatalanismo, que eso no es más que un irresponsable afán incendiario, tremendamente dañino e injusto, azuzado con tal de preservar el propio interés.
Sí, alguno de los de la historia común ha ido a Sijena… para soltar veneno después en la prensa. Ese es el amor que tenemos por Sijena, el interés por preservar Sijena, la fraternidad de un territorio al que unen lazos nosequé, el referente íntimo al que llevamos treinta años yendo. Amos, anda. Que me dan ganas de sacar la mano de dar collejas y dejar a la Amparo Baró a la altura del barro.
Si todavía exosten los premios Gigantes y Cabezudos, a esta historiadora habría que concederle los dos. Bravo por ella. Pero si se me permite una sugerencia, no deberíamos quedarnos en compartír información, comentarios y cabreos solo entre nosotros sino que deberíamos inundar con ellos los medios de comunicación catalanes porque ellos, cuando lo consideran oportuno, no se cortan y se pasan veinte pueblos publicando barbaridades y majaderías. Yo apuesto por la pelea y presto mi modesta colaboración.
Difícil reto, amigo… Obtener eco, y más en según qué medios, no es nada fácil. El mes pasado me entrevistaron en Cataluña Radio y jamás salió la entrevista. En fin.
Gracias por lo que dices de ese premio, que como gigante no, pero como cabezuda… jajajaja! Te confío un secreto: mi máxima aspiración es que los del Oregón TV me concedan un «Empanadico de calabaza». 😉
Sí, sí, eso de la dificultad para hacernos oír lo conozco de primera mano. Durante mucho tiempo estuve vetado en La Vanguardia en sus «correos de los lectores» porque mis contestaciones y precisiones sobre las cosas que allí se publicaban relativas a esa «historia» que divulgan terminó soliviantando al personal. Volví a la carga más tarde y tras ser censurado de nuevo dos o tres veces más, ahora llevamos un tiempo que publican mis comentarios; pero es tremendo el nivel de desconocimiento (no pensemos en mala intención… ¿o sí ?) del personal ; no hay quien los haga bajar del burro. Pues por eso, ….
No, Sijena no importa ni un rábano si no fuera porque es políticamente muy provechoso atacar a Catalunya.
Todas las piezas que se reclaman fueron compradas (no robadas como se dice) y convenientemente restauradas y protegidas.
La prueba de todo ello es lo que se ha hecho recientemente con la Ermita de los Palacios en Almunia
http://arainfo.org/puyalon-denuncia-del-derribo-de-la-ermita-de-los-palacios-en-la-almunia/
Me pregunto qué hubiera pasado si, antes de derruirla, con consentimiento por acción u omisión de los aragoneses, Catalunya la hubiera pagado y se la hubiera traído.
En fin, yo creo que lo sé.
Bueno, pues si lo sabes supongo que es ocioso que te conteste, porque si tienes tu idea hecha será difícil que la cambies, pero aún así te diré que no entiendo cómo ligas una cosa con otra. «La prueba de todo ello» es lo de la ermita de Los Palacios… ¿la prueba de qué? Esa ermita, que a mí me duele mucho que se haya derruido, no estaba protegida porque estaba ruinosa y sus valores artísticos eran muy menores. Convertida en casa, la zona de ermita que quedaba era barroca, no medieval como se ha dicho por ahí; y los restos mudéjares que se han citado eran yeserías DE TRADICIÓN MUDÉJAR, hechas en el XVII o el XVIII. Insisto en que a mí me indigna que se haya derribado esa ermita; pero sobre todo porque lo que me indigna es todo lo que ha pasado con el proyecto de embalse de Mularroya, un atropello extraordinario que se está consumando y contra el que ha peleado mucha gente de la zona y de COAGRET. Supongo que no sabrás qué es COAGRET, qué es Mularroya, qué ha pasado y está pasando con ese embalse y qué oposición ha habido a su construcción, lo mismo que no habrás puesto nunca un pie en la ermita derruida, pero vaya, tenías ganas de echárnoslo en cara como prueba de nosequé, y lo has hecho. Pues vale.
Las piezas reclamadas estaban compradas, sí, pero no sé si te has enterado de que hubo un juicio sobre la legalidad de esas ventas y resultó que los Tribunales emitieron sentencia que declaraba esas ventas nulas de pleno derecho. Fueron ventas ilegales. Yo he explicado ya varias veces en qué se basa la juez para determinar tal cosa, pero si no te valen esas explicaciones puedes descargarte la sentencia, que está online para que la pueda consultar cualquiera, y sacar tus propias conclusiones.
Enhorabuena por tu blog y por el trabajo y conocimiento que en él plasmas. En el caso de Sijena, además, quiero decirte que a algunos nos ayuda a refutar la información que día tras día se hace pública en muchos medios catalanes para propagar la idea de anticatalanismo en la acción aragonesa.
Gracias y ánimo desde Barcelona.
Pues gracias a ti y me alegro mucho de ser útil. Un abrazo!
con respecto a la todopoderosa iglesia, que no entiende de nacionalidades ni de impuestos, y poco le importan el arte o los ciudadanos, a no ser que vea negocio para su bolsillo, focalizar vuestras demandas en ella, a ver si os escuchan; ah, y quisiera añadir que no todos los catalanes somos religiosos, ni nos importa un carajo nada que tenga ver con edificios u arte sacro
con respecto a la «anulación judicial de la antigua venta» de ese patrimonio artístico, que Aragón compre el patrimonio que tan livianamente se prestaron a vender antaño, si tanto importa el arte, claro, y que sufrague además su restauración, o pretenden ustedes que los costes se transformen en humo¿?
con respecto a su argumento: «…tópico del Aragón que no se preocupa por su patrimonio», es cierto que hasta hace poco tiempo era un tópico, ahora ya se preocupan, e invierten, ustedes en el patrimonio artístico
con respecto a los insultos gratuitos, al tono de su artículo, a la queja sempiterna de una parte de la ciudadanía aragonesa, decir que siempre estáis igual, en la omisión, de brazos cruzados pero con el quejío eterno de un crío malcriado, que eleva el tono de su voz porque los mayores le ignoran y que se cree con derecho divino a todo, o al menos esa es mi impresión, dicho lo cual, les pido disculpas si mis palabras les ofendieron, no era mi intención
Pues si no pretendía ofender, Jorgina, no haber ofendido. Pero no se vale hacerlo y pretender que no se ha hecho. No se aceptan las disculpas.
Buena parte de su comentario no la entiendo. Se expresa usted muy mal. Y creo que ha entendido peor.
Buenas noches.
Te recomiendo un buen psiquiatra Jorgina, lo tuyo es de frenopatico.
Jorgina, eso de «la queja sempiterna» y «el quejío eterno» me suena mucho, mucho. Es cosa habitual, precisamente, de aquellos que desde Cataluña siempre han llevado, y continúan , el victimismo por bandera. ¡ Con lo fácil que es documentarse y así poder discutír con conocimiento de causa ! Pero, claro, eso no interesa.
Creo que tienes razón Inde, pero tampoco podemos ocultar que hay un partido político en Aragón, el PAR, que cada vez que hay elecciones se acuerda de dos cosas: los bienes y el trasvase; además de hacer bandera de un anticatalanismo sempiterno que no quiere reconocer ni que en Aragón se habla catalán.
Por supuesto no incluyo en esa categoría a los alcaldes de pequeños pueblos como el alcalde de Sijena, que hace todo lo que puede por su pueblo y por ponerlo en valor, pero que tiene que soportar presiones de ambos «bandos», porque si los catalanes aprietan con su «todo es un ataque a Cataluña», también el PAR de Biel y compañía lo hace malmetiendo para arañar votos.
Mucho ánimo con tu lucha porque además creo que eres justa con tus argumentos, y eso no se puede decir de los que tienes delante, que manipulan y retuercen los argumentos a conveniencia constantemente.
Con lo del PAR tienes razón, Ligre. Así es. Y que hay gente aragonesa que dice burradas con el tema de los bienes, o de cualquier otro, contra Cataluña, la hay, desde luego. Pero lo que no se puede es pretender, como se hace, reducir toda la cuestión de Sijena a un simple tema de anticatalanismo, porque eso es una barbaridad, una reducción del tema al absurdo, a lo más cómodo: si se dice «esto se hace porque nos odian», no hace falta buscar más argumentos, porque cala y se extiende con simpleza.
Un abrazo y gracias por tus palabras.
Muy interesante su blog. Enhorabuena. Los garantes del patrimonio en Cataluña tienen estas pinturas románicas en total abandono desde hace más de un año. Aparte de esto, al idiota que las descubrió ni le contestan de la administración, ni de ningún otro lado en medio de una omertá, que deja nuestro patrimonio a la intemperie. Le cuento esto para que los vaya conociendo más si cabe.
Gracias por su labor de defensa del patrimonio aragonés, que considero muy loable.
Le dejo enlace al tema.: http://habitantesdelanada.blogspot.com/2015/06/romanico-en-estado-puro-sale-la-luz-iii.html?m=1
También en Facebook:https://m.facebook.com/profile.php?id=929435653786353 Pero como si nada….
Un cordial saludo.